miércoles, 28 de septiembre de 2011

ESPIANDO LA REALIDAD DE MADRE DE DIOS, DESDE UNA VISIÓN CRÍTICA HACIA UNA POSICIÓN OPTIMISTA…
Erick Braga.
Madre de Dios “Capital de la biodiversidad del Perú” es sin lugar a dudas una de las regiones más ricas de la Amazonía Peruana,  sin embargo el tema de superposición y el desorden territorial es un problema que está vinculado a la actividad minera, las concesiones maderables y no maderables, áreas naturales protegidas y predios agrícolas que son en algunos casos vías de acceso a la actividad informal e ilegal.
Entre otras actividades legales e ilegales, que son parte de la problemática general de Madre de Dios, también están las consideraciones jurídicas, los aspectos técnicos de privatización del bosque y demás recursos naturales, cuyo origen esta en la “Matrix”  del modelo vigente” y la base del problema central es: Económico, político y social. El resto es puro artificio de una ecuación, compleja de resolver… (Visión, decisión y voluntad política, he ahí la clave, para tomar el toro por las astas)  
Madre de Dios y toda la Amazonía Peruana, constituyen ser hoy en día y desde hace muchos años atrás: La gran despensa de materia prima, “la huerta del Perú que nadie sembró, sino el proceso evolutivo de la propia naturaleza”, que se ve codiciada y amenazada no solo por los pequeños y medianos extractores, sino también por los grandes monopolios y consorcios económicos del imperio capitalista, amparados por un marco legal que privilegia la privatización de los recursos naturales. 
Los primeros actuando, subterránea y periféricamente, como Termitas en el caso de la madera y como hormigas Kuruhuinsis en el caso de la minería (Kuruhuinsi: hormiga que perfora la tierra, trabajando día y noche) pequeños y medianos depredadores del bosque; tratando de sacarle la vuelta al “estado” negociando bajo la mesa con  funcionarios corruptos; para obtener luz verde a sus permisos y petitorios, continuando con la ilegalidad, la informalidad y todos los otros males como la contaminación ambiental, la prostitución, la delincuencia, asesinatos, enfermedades, etc.
Mientras que por otro lado; en las altas esferas del “poder”, tenemos a los altos mandos del estado; negociando sobre la mesa y bajo la mesa con los  grandes consorcios económicos, capitales privados nacionales e internacionales que se ven favorecidos por el estado; promoviéndose lobby´s, decretos legislativos, acuerdos y tratados de “libre comercio” que vulneran el patrimonio, la soberanía nacional y los derechos consuetudinarios de los pueblos indígenas amazónicos.
Construyéndose una sociedad de asimetrías sociales y económicas muy marcadas, en la que a su vez subsiste y convive el “estatus quo” de la corrupción;  pequeños, medianos y grandes “empresaurios de la actividad extractiva mercantil”  caminando bajo el mismo objetivo de hacer dinero, no importa cómo, ni donde…Lo que importa es hacer dinero, cueste lo que cueste, aún poniendo en peligro la vida propia y la de los demás.
Hace poco un amigo mío, especialista en derecho criticaba el por qué una organización como la FENAMAD (Federación de Nativos de la Región Madre de Dios) luchaba contra las trasnacionales (Caso: Reserva Comunal indígena Amarakaeri)  y por qué de igual modo, no eran capaces de luchar contra toda la contaminación ambiental y otros flagelos que provoca la minería ilegal e informal, midiendo a ambos sectores con la misma vara, no obstante las diversas respuestas y muchas otras interrogantes que podrían derivarse…
Debo indicar que lo que existe en Madre de Dios, en torno a la minería ilegal e informal y las demás actividades extractivas mercantiles, es una suerte de “cooperación económica de clases” (“Extractivismo-mercantil-simbiótico”), una respuesta natural al desorden y el abandono estructural del estado; una especie de correspondencia, compensación y colaboración tacita e inalámbrica entre los diversos sectores sociales y la población en general, una manifestación simbiótica sui generis, producto de las bondades y el alto precio del oro en el mercado local, nacional e internacional.  
Es decir: La bonanza económica de Madre de Dios, que gira en base al sistema extractivo primario de la actividad aurífera, la madera, la castaña, el comercio, el transporte, los servicios, etc. Tiene y huele a mucho de ilegal e informal,  lo cual se desarrolla en algunas zonas como Hueypetuhue, Alerta, Guacamayo, Lamal, Tahuamanu, Manu, Puerto Maldonado y otros lugares de la región a espaldas ó en complicidad con  un estado “inexistente”, ineficiente, corrupto y/ó  mediocre”.
Es consecuencia y como parte de este proceso, no estamos lejos de que Madre de Dios, “capital de la biodiversidad del Perú al servicio de las ONG`s digitadas desde Lima” se convierta en la capital del narcotráfico, dada las condiciones geográficas de frontera, la falta de control de los movimientos financieros e insumos para la actividad ilícita, el “estatus quo” de la corrupción y la ausencia del estado.
A esto se agrega la construcción de la carretera interoceánica sur y otras vías de penetración que lejos de constituir la gran oportunidad para el desarrollo y el progreso, no es sino la puerta de entrada a las grandes migraciones alto andinas que vienen en busca de empleo y mejores condiciones de vida… (Material de estudio sociológico)
El desorden, la informalidad y la ilegalidad campante en Madre de Dios (Puerto Maldonado) son condiciones objetivas que nos llevan a pensar que de algún modo se estaría moviendo el lavado de activos,  producto del narcotráfico, vinculado a la “minería informal e ilegal” y otras actividades ilícitas; dando lugar a que las mafias tengan acceso al poder político, local, regional y nacional; bajo la lógica de que el poder político es consecuencia del poder económico. 
De otra forma cómo se explica, por ejemplo que en la ciudad Iquitos y Puerto Maldonado, de la noche a la mañana, se empiecen a levantar grandes edificios, comercios y centros de diversión; Puerto Maldonado que tiene un parecido a Iquitos (Iquitos hace  veinte años atrás); va por ese camino, sin embargo nada es igual y la excepción es la regla. Más todos sabemos que las “mafias” responden a procesos y a desarrollos en cadena.
En síntesis aquí en Madre de Dios-Puerto Maldonado; vivimos en una sociedad de “mercado y mercadillo” cuya lucha ecomicista, supera largamente cualquier propuesta de tipo social, ambiental ó cultural, sin embargo; en los últimos dos años he podido notar; que en contra parte a aquellos sectores puramente extractivos mercantiles, subsiste también un importante sector afín a la agroforestería, el turismo, la minería, la investigación, el comercio, la madera entre otras actividades productivas importantes.
Observo el impulso de algunas organizaciones sociales y económicas vinculados a un empresariado consientes, asociaciones y gremios sindicales, el movimiento estudiantil, sectores de moto taxistas, asentamientos humanos, ciertas ONG´s, artistas congregados en torno a la música Rock y sectores informales que buscan romper y salirse del mar revuelto, para adecuar y mejorar sus condición de vida; siendo este, el público objetivo y el sujeto social para ir promoviendo, difundiendo y trabajando propuestas alternativas para el desarrollo sostenible de la región Madre de Dios.
En conclusión debo decir que la solución a la superposición territorial, la informalidad, la ilegalidad y el desorden de las actividades productivas; responden no solo a un problema de enfoque académico, técnico ó legal, sino a cuestiones mucho más profundas y estructurales: Económicas, políticas, sociales y ambientales que tienen su correlato en el proceso histórico con la que se ha ido construyendo la región Madre de Dios, involucrando aspectos importantes que deben tomarse en cuenta al emitir opiniones y al tomar decisiones:
El abandono histórico del estado hacia una región tan rica en recursos naturales, que lejos de promover un proceso de integración cultural en forma ordenada y un desarrollo económico planificado, dio luz verde a la colonización andino-amazónica bajo el mito del “Paititi y el dorado, (anidándose la informalidad y la ilegalidad), conformándose Madre de Dios en la tierra de nadie “El lejano oeste del Perú” donde la ley del dinero y la corrupción, se convierten en el “status quo” de una región eminentemente rica y productiva. 
 
La falta de visión del Gobierno Central y Regional para encarar y resolver la problemática social y económica de Madre de Dios, diseñando y ejecutando políticas y programas de gobierno que involucren la participación de las organizaciones sociales y productivas.
 
La informalidad e ilegalidad con la que se viene desarrollando la actividad minera en la región Madre en complicidad con la dirección regional de energía y minas al otorgar petitorios mineros a lo largo y ancho de la región Madre de Dios, sin tomar en cuenta las consideraciones técnicas ambientales, que involucren aspectos de sostenibilidad social y económica para el aprovechamiento de nuestros recursos naturales.
 
El desconocimiento de que el bosque es un ecosistema completo cuya dinámica vital, compromete, sub. Suelo, superficie, recursos hídricos, sotobosque, fauna, etc. Por lo tanto es inconcebible que se otorguen concesiones mineras sobre otras otorgaciones privadas, (Concesiones con fines maderables y no maderables, concesiones de conservación y ecoturismo, predios privados; entre otros) los cuales desde ya han pasado a constituir parte de la problemática, forestal y ambiental que necesita ir resolviéndose en el largo camino hacia el progreso y la modernidad de una región rica en recursos humanos y naturales.
 
También esta finalmente la falta de implementación de una zonificación ambiental, económica,  social y un ordenamiento territorial , eminentemente científico y de inclusión social basado en la participación de las organizaciones sociales y económicas comprometidas con el proceso de cambio y transformación de la región Madre de Dios.
 
Puerto Maldonado, 29 de Diciembre del 2009.
 
 
Retomado de los Archivos: pucahuayruro@yahoo.es/ Iq. 23 de Setiembre del 2011.
 
Erick Ray Braga Ramirez
DNI. 05385260
Especialista Forestal