miércoles, 20 de diciembre de 2017

VACANCIA O GOLPE DE ESTADO



Este jueves se espera la votación en el congreso de la moción de vacancia presidencial; todo parece indicar que la suerte de PPK esta echada de antemano, el fujimorismo quiere hacer, en primer lugar, una emblemática demostración de fuerza, y en segundo lugar preparar el terreno para evitar que su lideresa sea llevada a prisión.
Especial atención debemos poner en este segundo punto, después de los intentos de destituir al Fiscal de la Nación, encargado de la acusación contra Keiko, y las sanciones a los magistrados del Tribunal Constitucional, que verían las acciones de amparo de la mencionada.
No creo que haya mucha gente que defienda la gestión de PPK, desde el primer momento ha demostrado ser políticamente incapaz, un timorato para manejar las riendas de un país, ha cometido error tras error en los últimos días, no posee ni siquiera el carisma suficiente para defenderse.
Resulta obvio que no merece, por que no tiene las cualidades o habilidades necesarias, ostentar el cargo de presidente del Perú; pero que ello se convierta en causal de vacancia es una figura creada por el fujimorismo para hacer surgir la crisis política.
La acusación de corrupción por un hecho acaecido una década atrás, donde las pruebas presentadas dejan muchas dudas, nos da la posibilidad de creer que sabía de donde procedían los fondos, o creerle a él, y que debido a la forma como se maneja la empresa nunca supo de los negocios que su gerente contrataba; aun así, ¿es factible convertir esto en una causal de vacancia por incapacidad moral? ¿Por qué no pasar esto a manos del Poder Judicial? ¡Que se investigue, consiga pruebas y que condene a quien haya que condenar!
Abrir la posibilidad que la mayoría congresal pueda decidir, sin ningún tipo de contrastación, quien es moral y quien no, es poner en sus manos un arma mortal para la democracia.
Después de todo, ¿Cuántos congresistas, atrapados in fraganti, en fraudes, mentiras y abusos, merecerían la destitución por incapacidad moral?
La crisis está en un punto culminante porque en el caso que no logren los votos necesarios para la vacancia, el Perú continuaría siendo gobernado por un personaje timorato e incapaz, mas bien debilitado por la crisis, sin posibilidades de iniciativa.
Si es vacado como parece ser el escenario preparado, Mercedes Araoz ya declaro que renunciara solidariamente, Vizcarra aun no tiene decidido, al menos no ha hecho declaración alguna, pero si el asume la presidencia, avalando el golpe de Estado fujimorista, quedara como rehén de esa mayoría parlamentaria, que lo puso en el sillón presidencial.
La salida reclamada por el 80% de los peruanos es que se disuelva el congreso, con PPK o con Vizcarra, tendrían que presentar ante el congreso, junto con un renovado gabinete decididamente anti fujimorista, una solicitud de facultades legislativas muy amplias, poniendo el pedido como cuestión de confianza, y usar estas en primer lugar para cerrar todas las asignaciones económicas, que sean posibles, al congreso, y luego nombrar un tribunal ad-hoc encargado de la investigación del caso Odebrecht, solicitando toda la información pertinente a los colaboradores eficaces sobre Alan, Keiko, Toledo, Humala y todos quienes resulten responsables, buscando acelerar las investigaciones y la prisión de los involucrados. ¿Sera difícil para ellos actuar con firmeza luego de haber probado la sed de sangre de los naranjas?
En otro escenario, si junto con la vacancia de PPK, renuncian los dos vicepresidentes, y asume la presidencia temporal Galarreta o quien el nombre, habrá que gestar una intensa movilización ciudadana, porque a ellos les tocara llamar a elecciones generales, es decir el 28 de Julio del 2018 se van todos, también los congresistas, y se decidirá quien nos gobernara los siguientes tres años; pero estar atentos porque el fujimorismo ya tiene experiencia copando las instituciones electorales como lo hicieron en los 90’s con el JNE, la RENIEC, la ONPE para amañar las elecciones.
En resumen, si se dan cuenta, aquí lo que esta en juego ya no es si PPK es culpable o inocente, esa decisión quedo completamente irrelevante; lo que esta en juego estos días es si le vamos a permitir al fujimorismo tomar el poder en el país, un poder que reiteradamente le ha sido negado en elecciones libres.
PPK ya demostró ser incapaz para el puesto, podemos darle la oportunidad a Vizcarra de hacer el trabajo que PPK no pudo realizar, enfrentar con firmeza al fujimorismo, pero si resulta siendo tan mentecato como su predecesor corremos el gran riesgo de seguir siendo victimas del abuso de poder de una mayoría parlamentaria que tiene un alma dictatorial.
Esta representa una gran responsabilidad para el Frente Amplio, Nuevo Perú, Alianza para el Progreso y Acción Popular; son únicamente ellos quienes decidirán el futuro de la institucionalidad del Estado peruano; Fuerza Popular y el APRA ya decidieron su voto a favor y en Peruanos por el Cambio se espera que voten en contra.
¿Cuál crees que será el camino a seguir?
¿Cuál será el camino correcto?
¿Cuánto más tenemos que perder?




martes, 12 de diciembre de 2017

NO SABES CON QUIEN TE METES



La matonería y el lenguaje de la calle sale a relucir en el comportamiento de los padres de la Patria, su mayoría parlamentaria, la cual parece haber sido especialmente escogida por sus récords delincuenciales,  y más aun contando con su eficacia  para manejar a los fujitrolls, lo cual les alimenta esa ansiedad por el poder que los lleva a tratar de copar las instituciones del Estado; pasaron de los ministros, al fiscal de la nación, a los magistrados del Tribunal Constitucional, y pronto será al propio Presidente de la Republica; ellos se sienten intocables.
¿Recuerdan la situación política del país después de la caída de Fujimori? Siempre pensé que fue una oportunidad perdida de reconstruir el Perú, en esos momentos, no solo la clase política, sino la mayor parte de la estructura del Estado fue demolida por los escándalos de corrupción demostrados en los vladivideos; era la oportunidad perfecta para derogar la Constitución Política creada por la dictadura, era el momento de repensar nuevamente en que tipo de sociedad queremos vivir, que clase país heredaremos a las siguientes generaciones, y convertirnos en pioneros en América Latina con la fundación de un nuevo tipo de Estado.
Lamentablemente no sucedió, no había una fuerza renovadora en la política peruana que tuviera, ni la visión, ni el respaldo suficiente para asumir tan fastuosa tarea; el lobby de políticos profesionales se restauró, seccionaron las cabezas visibles del increíble aparato de corrupción institucionalizada que construyo Montesinos, restablecieron el sistema basándose en la Constitución Fujimorista y continuaron aprovechándose de las ventajas que la red montesinista les proporcionaba; en suma, algo cambio, para que todo siga igual; prueba de ello son los escándalos políticos que hoy salen a relucir.
El caso Lava Jato y la red de corrupción que ha puesto a descubierto Odebrecht, es una nueva oportunidad de pasar a retiro a toda esa clase política que nos ha estado dominando; ninguno de los partidos tradicionales queda fuera de la red de corrupción; ya con Alberto Fujimori en prisión, Ollanta también, Toledo con orden de captura, Alan y Keiko investigados, PPK con acusaciones graves, todos desesperados para tratar de salir limpios de este embrollo, también alcaldes y gobernadores regionales están cayendo; todos deberían ir a prisión e incautarles sus patrimonios como parte de la reparación que deben al Estado.
Urge el nacimiento de una nueva clase política en el Perú, una fuerza de reemplazo a los viejos corruptos politiqueros que han lucrado del erario nacional, explotando sus riquezas y a sus ciudadanos.
Una clase política intelectual y honorable, con la suficiente inteligencia para razonar con sus opositores, pero con la suficiente decisión para imponer la justicia.
Los políticos no pueden seguir usando los modales del callejón, usando la ofensa personal, las amenazas y la diatriba para descalificar al oponente.
Quienes tienen edad suficiente recordaran las famosas polémicas entre Mariátegui y Haya de la Torre, dos grandes líderes políticos con posiciones en conflicto; con partidos opositores, pero que jamás recurrieron a bajezas o adjetivos personales, siempre fueron antagónicos, pero demostraban respeto uno por el otro, porque tenían tras de sí propuestas sociales; igualmente como los representantes de otras tiendas políticas, no eran simples trabajadores succionando el erario nacional, eran políticos de verdad; a diferencia de la actual clase política que nos domina, solo pretenden el poder para asegurar su propio beneficio.
Vuelvo a insistir, es el tiempo para un recambio de todos estos dinosaurios de la política, la crisis actual seria la justificación perfecta para su remoción; pero, nuevamente, necesitamos de una fuerza organizada, con un proyecto de país, con la suficiente decisión política para hacerse cargo de la tarea ¿la tenemos? Mucho me temo que aun no esta lista, la corriente va en esa dirección, los núcleos básicos están creciendo, pero aun falta camino por recorrer.
Estamos viendo lo que parece demostrar que aún existe un foco honesto en el poder judicial, ojalá se afirme y expanda para limpiar al país de esa lacra social, nuestra esperanza de un Perú con justicia no va a rendirse ante la delincuencia política.
Constituir una fuerza política honesta, que impulse el cambio de nuestra Constitución, que buscando el consenso construya una patria deseada, devolviendo el poder al ciudadano común. Esa debe ser nuestra meta.


martes, 5 de diciembre de 2017

LAS POLLERAS DE LA PAISANA JACINTA


Un gran éxito de taquilla la presentación de la película, basada en el alto ranking de su programa televisivo, definitivamente un buen negocio; pero, ¿Por qué le gusta tanto a la gente este personaje desvencijado?
 La respuesta es sencilla desde la visión psicológica, es la risa fácil, chabacana, que no necesita un elaborado argumento, es la que trae la burla de la desgracia ajena, ¿Quién no ha visto personas riéndose cuando observan a alguien que resbala y se cae? ¿o riéndose cuando a alguien le robaron por estar descuidado? ¿o remedando exageradamente algún defecto físico del compañero? ¿o cuando alguien comete un error en el trabajo, otro lo señala a los demás y se burla de lo tonto que fue al cometer ese error? Claro, las personas más educadas y las bien intencionadas, saben reprimir ese instinto primitivo, y mas bien ayudan a levantarse al caído, tratan de ayudar a la victima de la delincuencia, ignoran los defectos físicos de las otras personas, explican al compañero de trabajo cual ha sido su error para que lo corrija; eso nos caracteriza como seres humanos solidarios y son los que impulsan las sociedades hacia el progreso.
Pero estas actitudes, se transforman desde una burla personal, hasta un escarnio social, cuando el sujeto de burla es un grupo étnico; La paisana Jacinta, exagerando los defectos físicos, la manera de vestir, el modo de hablar, y el entorno de vida, ha creado un personaje que hace escarnio de la población campesina altoandina de nuestra patria, pero claro, para el “criollo” costeño, y para ese grupo de inmigrantes que ya quiere sentirse “blanco” y “costeño”, es fácil reírse y aceptar la burla que significa el personaje, no se sienten identificados nunca mas con esa manera de hablar, ni con sus vestimentas, ya están “culturizados” y pueden reírse, porque de quien se burlan es “del otro”.
Sus defensores han sacado a relucir  la libertad de expresión, y tienen razón, sería una exceso pedir que el programa, la película o el personaje sea censurado, pero si podemos exigir que esas opiniones agraviantes sean trasladadas a horarios discretos, igual que la pornografía y los videos de violencia, pueden ser vistos y disfrutados por quienes optan por esos temas; pero es un abuso contra la mayoría de la población imponerlo en horarios familiares, donde niños y jóvenes serán bombardeados con mensajes de intolerancia como el que trasmite este personaje.
A los que opinan que es un personaje ficticio que no ofende a nadie, (como dice su propio autor) les pondría como ejemplo, ¿si un grupo de fanáticos de la “U” hiciera un programa cómico donde ponen a unos negros en camisetas rayadas blanquiazul y los presentan como ineptos, brutos, débiles, haciendo burla de todos estos defectos? Seguro que tendrían mucho ranking entre los hinchas de Universitario, ¿no se sentirían ofendidos los de Alianza Lima? O ¿si los evangelistas hacen un programa cómico burlándose de los rituales católicos? O ¿si los chilenos hacen un programa cómico donde ponen a los peruanos como cobardes? Es que es fácil reírse cuando el objeto de la burla es “el otro” acá siempre se trata pues entonces de qué lado estas tú.
Si no, yo le invitaría a Jorge Benavides para que hiciera un show con su personaje de la paisana Jacinta en una de las comunidades altoandinas de Ayacucho, o que vaya a Chincha, al barrio de los Basombrio y que haga el show del negro mame, a ver cuanta gente se ríe de su personaje.
Es que no son personajes ficticios como pretende hacernos creer su interprete, son personajes que reflejan una realidad existente, pero a la cual no aportan nada, solo hacen escarnio y burla grotesca.