Desde que asumió la
presidencia PPK ha sufrido los más duros ataques por parte del fujimorismo
liderado por su ex contendiente electoral Keiko Fujimori; desde las criticas
ante los medios, se paso al bloqueo de sus iniciativas en el Congreso, luego a
la censura de sus ministros, hasta llegar a la moción de vacancia presidencial.
Durante todo este
tiempo la ciudadanía esperaba el momento que reaccionara y tomara la
iniciativa, defendiendo su investidura, pero siempre agacho la cabeza y se
amancebo a la mayoría parlamentaria, dándole ofrendas de buena voluntad en la
esperanza de que le permitan gobernar en paz, lo cierto es que le embarga un
temor profundo a que sean demostrados sus corruptos vínculos con Odebrecht y no
es el único.
Por supuesto que no
hubo ninguna tregua, tanto así que para salvar el cargo de su vacancia tuvo que
negociar votos con la fracción fujimorista de Kenji, y el trueque fue a cambio
de la liberación del padre asesino de lesa humanidad.
Pero el negociado ha
sido tan burdo y evidente, que incluso en la misma nochebuena que se escogió
para dar el anuncio, la ciudadanía salió
a las calles para demostrar su rechazo contundente al indulto, y en los días
subsiguientes las marchas fueron engrosándose, haciéndose extensiva en las
diferentes capitales departamentales a lo largo del país, las protestas de las
distintas organizaciones explotaron en los medios, incluso a nivel
internacional, no solo dentro de las comunidades peruanas en el exterior, sino
en los organismos supranacionales, se han producido fuertes reproches a tal
medida.
La necedad del
presidente ha sido tan grande, que no pensó en el precio que tenia que pagar,
la defección de sus ministros, la división de su bancada, la oposición del
resto de agrupaciones políticas, la critica de la prensa, las masivas
movilizaciones de protesta, el desprestigio internacional, la caída vertiginosa
de la credibilidad de su gobierno en las encuestas.
La soledad del
presidente es casi absoluta, no hay sector político que apoye su gestión, el
mismo Kenji, gracias al cual libro la vacancia, ya no tiene más intereses con él,
luego que logró la liberación de su padre, nuevamente se convierte en objetivo.
La salida mas
beneficiosa para el país sería la renuncia de PPK y sus vicepresidentes para
que se llame a elecciones generales, hay incluso la necesidad de que se
convoque a una Asamblea Constituyente, porque la forma como esta fue redactada
solo sirve para reproducir el sistema neoliberal que ha devastado la sociedad
con una extensa corrupción que afecta todas las instituciones del Estado.
Teniendo en cuenta la
actitud que ha tomado este presidente desde que asumió el poder, hay muy pocas
posibilidades de que esto suceda; mas bien el escenario que se prevé es que
tenga que enfrentar la profunda reacción de rechazo que ha generado con sus
reiterados desatinos políticos, una reacción que no solo forzara su renuncia, sino la de todo el aparato
político, teniendo en cuenta la descarada componenda entre el ejecutivo y el
legislativo, además del gran escandalo de corrupción que aún no se termina de destapar, el grito que escapa de las
gargantas en todo el país es: “que se vayan todos”.
A PPK le queda muy poco tiempo como mandatario, el mal olor
que despide su cadáver es tan evidente, que nadie aceptaba integrar su
anunciado “gabinete de la reconciliación”; este muerto viviente esta a punto,
pero es tan ingenuo que el mismo no se percata de su situación, de nada le valió
salvarse de la vacancia; el punto ahora es como se va a manejar esta crisis
política, cual va a ser la fuerza que tome la iniciativa y remueva la lacra del aparato del Estado; por
eso es importante mantener a la ciudadanía bien informada y constantemente
movilizada, porque dependerá de la presión de la calle y de ser capaces de
mostrar una opción estructurada, el tipo de salida política que resuelva esta
crisis, y no es una solución a largo ni mediano plazo, de acuerdo a los
acontecimientos esta puede explotar en las próximas semanas, o un par de meses
a lo sumo; debemos estar preparados.
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