martes, 22 de agosto de 2017

PERRITO QUE MUEVE LA COLA


El gobierno de PPK se encuentra sumido en una prolongada huelga de los profesores, que mantiene a los muchachos sin clases y en las calles diarios enfrentamientos de los manifestantes que apoyan la huelga con la policía, además está la huelga médica, que deja sin atención los centros de salud y hospitales del Estado y a ella se suman los médicos legistas dejando los cadáveres estancados en la morgue, no olvidemos tampoco las marchas de los pensionistas de las FFAA y PNP que exigen la homologación de sus pensiones desde hace años, la que fue también una de las promesas electorales de PPK, y además tiene que hacer frente a la urgente reconstrucción del norte del país, desbastada por un inusual fenómeno del niño; todo esto dentro del cuadro del enfrentamiento político entre el ejecutivo y el legislativo donde los fujimoristas, no resignados a haber perdido las elecciones, tratan de quebrar la voluntad del gobierno para ponerse ellos al mando tras bambalinas, por si todo esto no fuera suficiente caos, el caso Odebrecht sigue destapando archivos que comprometen a importantes figuras políticas y de gobierno en  materia de corrupción y lavado de activos.
Dentro de estas circunstancias los índices económicos han bajado, y han bajado terriblemente no solo por causas externas, como la caída de los precios de los minerales, principal producto de exportación del país, sino porque todo este cuadro mencionado anteriormente no hace sino demostrar la gran incapacidad del gobierno para manejar el país.
Y es que aparte de mostrar toda su incapacidad como gobernante, no ha declinado de ser el fiel mandadero de los intereses de los grandes lobbies transnacionales; sin autoridad para manejar sus propios asuntos, pretende dar lecciones de democracia a Venezuela, calificando a su gobierno, expulsando a su embajador y llamando a consulta de cancilleres en Lima para sancionar al hermano país, consulta que por cierto fue todo un fracaso, pues no lograron consenso ni entre los pocos que asistieron.
Algunos pensamos al inicio que PPK dada su edad, sin organización política consolidada que lo respalde, sin futuro político luego de su periodo presidencial, podía, sin salir de los rangos del sistema capitalista, hacer un gobierno, no progresista, pero positivo, tratando de llegar a logros remarcables que lo dejaran en la historia como un buen presidente.
Pero con la respuesta a los sucesivos acontecimientos que viene afrontando, vemos que la base social que sostiene este gobierno se está disolviendo, lo más preocupante es que aún no se ha construido una opción válida de reemplazo; el fujimorismo está a la espera, alimentando la crisis, para reinstaurar su dominio, esta vez absoluto y desangrar una vez más al país.
Por lo visto el perrito que mueve la cola no significa ningún peligro para el sistema, y dado que se muestra ineficaz incluso para cumplir la tarea que le dictan sus amos, no moverán un dedo para ayudarlo a salir de su crisis; la democracia solo tiene sentido para ellos cuando sirve a sus intereses, de otra manera es desechable.