Estamos a casi una semana de asistir a las urnas
nuevamente para elegir a un nuevo congreso, si embargo mas de la mitad de los
ciudadanos aun no tienen decidido por quién votar.
Los mínimos porcentajes que algunas de las encuestas
nos muestran, reflejan básicamente el núcleo duro de las organizaciones que
participan, es decir aquellos militantes comprometidos, no digamos con el
ideario, que pocas lo tienen, pero
si con los dirigentes y fundadores de las mismas, en cuanto basan sus
aspiraciones en lograr algún beneficio personal con sus candidatos en el poder.
¿Cuántas de las 21 organizaciones que se presentan hoy
a las elecciones lograran superar la valla electoral? Asumimos que serán pocas,
quizá 10 en el mejor de los casos, ¿o deberíamos decir en el peor de los casos?
Porque muchos de sus organizadores aspiran a lograrlo solo para poder vender su
inscripción electoral, como vientre de alquiler, a quienes estén interesados en
participar en los siguientes comicios.
La otra pregunta que nos hacemos es ¿vamos a lograr un
congreso diferente, realmente representativo y honesto? Lamentablemente la
respuesta es NO, en primer lugar, porque no se ha materializado la reforma del
sistema político, la que regula la manera como elegimos a nuestros políticos,
la forma de representación que se les adjudica y las funciones de los
representantes y representados dentro de la estructura del Estado; lo cual crea
las condiciones en las que vamos a emitir nuestro voto.
En segundo lugar, porque el ciudadano no está educado
políticamente para responder al reto que significa asumir la responsabilidad de
elegir un gobierno; por muchas generaciones hemos dejado que otros, una elite política,
decidan por nosotros, siempre ha sido más fácil así, aunque después maldigamos
las decisiones que aquellos tomaron, en cuanto estas afectan nuestros
intereses.
Por esta razón crearon el voto obligatorio, la elite
política necesita asegurarse una base legal para ejercer su poder, una gran
parte de los ciudadanos llega empujado a las urnas para evitar pagar una multa,
marcar un símbolo político que vio en TV o escucho a sus amigos, sin saber lo
que eso significa, total, piensa, son solo mas de lo mismo; en los países con
una educación cívica valorable, el voto es voluntario, el ciudadano acude a las
urnas porque esta realmente interesado en una propuesta política, y los
candidatos tienen que ganarse esa voluntad con su trabajo; el voto obligatorio
es una trasgresión a la libertad política del ciudadano, si la elite política
no es capaz de ganar la voluntad del electorado, simplemente no merece
adjudicarse el poder.
Hay que entender que no estoy argumentando el que no
vale la pena ir a votar, debo suponer que, a estas alturas, ya esta claro para
toda la población que la abstención, el voto en blanco y viciado, solo
favorecen a esas organizaciones que están luchando por pasar la valla y
mantener su inscripción; por el contrario, toda mi advocación está dirigida a
que emitamos un voto consciente, a contracorriente de los obstáculos que nos
plantea el sistema actual.
No vamos a conseguir el mejor congreso que merecemos,
por las dificultades del proceso, pero lograremos al menos derrotar el poder
que la mafia apro-fujimorista había instaurado en esta institución, fue un voto
bien logrado el que hicimos bloqueando la posibilidad de que esta misma mafia
se instalara en el poder ejecutivo, aunque no pudimos evitar que se apoderaran
del legislativo; ahora toca elegir a aquellos que puedan garantizarnos la
ejecución de las reformas políticas que el país necesita con urgencia.
Es una excelente ocasión el que se vote por parlamentarios
en una fecha diferente que para presidente, cuando estas se realizan al unísono,
mucha gente solo toma atención por el candidato presidencial de su agrado y le
concede su voto a toda la agrupación sin considerar los planteamientos de la
misma; al tener que votar solo para congresistas, dado el número de candidatos
y que la mayoría son desconocidos para la ciudadanía, el elector tiene que
evaluar mas bien a la organización política en sí misma y a sus propuestas, más
que a los candidatos individualmente, esta es una más de las razones por la
cual la renovación por tercios del mandato parlamentario es correcta.
Estas son reflexiones que debemos tener en cuenta, más
allá de las elecciones congresales 2020 y de la elecciones generales 2021; esto
tiene que ver con la manera como pensamos nuestro país y el sentido de patria
que vamos a inculcar en nuestros hijos y
generaciones posteriores, porque hemos entrado en un proceso que no es de corto
plazo; es que, así como históricamente hemos ido superando sistemas políticos
que fueron quedando obsoletos, pasando del esclavismo a la servidumbre y a la
monarquía, para luego comenzar con la fundación de las repúblicas aristocráticas
y llegar a nuestras republicas con una democracia delegativa imperfecta, hoy es
el tiempo de que las fuerzas ciudadanas con sus luchas en las calles y sus
demandas por justicia y equidad, generen el cambio que el desarrollo social
está demandando.