martes, 13 de diciembre de 2011

Como no creer en ti

Durante muchos siglos la religión ha significado, para las sociedades humanas, una fuente de poder, un poder ejercido inicialmente a raíz del monopolio del conocimiento, luego por el temor a la inmensa maquinaria represiva creada por el clero, la era del poder más absoluto ostentado por la iglesia católica fue durante el oscurantismo de la edad media, cuando hasta los reyes debían ser ungidos por la iglesia y el papa solía tener más poder que muchos de esos  reyes.
La edad del oscurantismo
Posteriormente cuando el renacimiento abrió las puertas a la ciencia, crearon el temor a perder la esperanza de salvación y de consuelo, sostenida por toda la parafernalia de la iglesia católica principalmente; sin embargo, conforme las mismas sociedades han ido desarrollándose al ritmo de la ciencia y la tecnología, y en las últimas décadas, conforme el conocimiento se está difundiendo cada vez más expansivamente dentro de todos los estratos sociales, en la era de la globalización, también se ha ido desnudando el carácter humano de la iglesia, con sus debilidades, su burocracia y también sus perversiones; esto ha significado para muchos la pérdida de la fe, y a través de la decepción de sus creencias algunos caen en un crudo agnosticismo que modifica toda su visión de vida y del mundo que les rodea, otros se dispersan entre las múltiples y diferentes iglesias que han surgido como alternativa, unas más modernas, con discursos más coherentes con la vida real en la actualidad, algunas veces con normas más flexibles, aunque siempre con las infaltables solicitudes de diezmos y donaciones como vía para alcanzar la salvación eterna.
La explicación de la vida
El hecho trascendente es que las personas siempre buscan aferrarse a una fe, algo que les pueda llevar consuelo y abra una brecha de esperanza en un camino inundado de incertidumbres y desengaños, ya que aún los más escépticos buscan su explicación en el espíritu humano. Porque está en el don del ser humano buscar su pertenencia y explicarse su existencia, por eso no acepta el hado de su destino, sino abre con pujanza el camino de su futuro.
Y  es que nadie puede explicarse la vida sin reconocer ese espíritu que le da impulso al ser; a cualquier persona le pueden amputar un brazo y eso no hace que deje de ser él mismo, incluso pueden implantarle un brazo ortopédico, o quizá un brazo sano de otra persona muerta, pero no hará que deje de ser él mismo, así mismo pueden amputarle las piernas y brazos sin que por eso deje de ser él mismo, pueden sacarle algunos órganos internos, un riñón, un pulmón, las amígdalas, los ojos, podrán trasplantarle el corazón, el hígado o el estómago de otra persona muerta, pero no se convertirá en esa otra persona, sigue siendo él mismo; ¿entonces, la pregunta sigue en pie… quien somos realmente?;como el cerebro es el que comanda mediante impulsos eléctricos y la red nerviosa todo el cuerpo físico, podríamos decir que la persona es su cerebro, pero aún existen muchos casos documentados donde individuos que han recibido daño cerebral severo han logrado recuperarse y continuar su vida nuevamente; por otro lado en el cerebro se encuentran los órganos de la memoria, donde se almacenan todos nuestros recuerdos, aprendizajes, experiencias y son las que forman parte del carácter y la personalidad del individuo, ¿pero son las memorias del individuo lo que hacen al individuo como tal?, ciertamente forman una parte muy importante de él, pero no son “el” individuo, la vida y la persona se inician mucho antes que el mismo tenga memoria; finalmente, la vida no se explica a través del cuerpo físico, porque en ese caso bastaría con unir una serie de órganos y extremidades, al más franco estilo del ficticio Dr. Frankenstein, para obtener un cuerpo sano y funcional, pero sabemos que no podemos dar vida a ese cuerpo inerte, por más eficientes que puedan ser sus órganos, sin esa energía vital que brinda el impulso esencial y conecta la materia física con el espíritu.
El cuerpo como la máquina más eficiente 
Podemos comparar el cuerpo humano con una maquinaria, muy sofisticada por cierto, con la capacidad de memorizar, aprender y racionalizar dentro de ciertos parámetros, también se autoalimenta de la energía para seguir funcionando, se reproduce a sí mismo y se auto repara de cierta manera, pero obviamente tiene un periodo de utilidad determinado por el desgaste de sus componentes; como cuando utilizamos una computadora, dándole ordenes a través del teclado o del mouse, podemos intercambiar sus piezas, pero seguirá siendo la misma persona quien la maneja, circunstancialmente puede estropearse la memoria, o borrarse el disco duro, es un hecho grave, y podemos perder toda la valiosa información que teníamos almacenada, quizá por años, si es que no tuvimos la precaución de hacer un respaldo, pero aún así no perdemos la identidad y seguimos siendo quienes controlamos la maquina, hasta que decidamos que ha cumplido su vida útil, la desechemos y pasemos a utilizar otra más moderna seguramente, pero siempre será el individuo quien pone en funcionamiento la maquinaria, por más moderna y eficiente que pueda ser, ninguna maquinaria puede funcionar sin las ordenes que las personas les impartimos, por lo menos hasta lo que nuestra tecnología ha avanzado en el presente.
Esta misma representación, es la que podemos tomar para explicar la fuente de vida, los cuerpos materiales son solo instrumentos que la energía del espíritu maneja, unos instrumentos son más sofisticados que otros, por eso nos permiten mayores performances, el ser humano es por ahora el más sofisticado instrumento que conocemos, el individuo que lo maneja sigue siendo el mismo aunque el instrumento se vuelva obsoleto y deje de funcionar; es ese espíritu, la energía vital cuya forma de existencia nos es inalcanzable, como muchos misterios del universo, porque nuestra ciencia no ha desarrollado aún lo suficiente para comprender, pero conocemos que existe; hace solo medio siglo atrás no podíamos imaginar la facilidad de conectarnos a internet en nuestro bolsillo por los Ipod, un par de siglos antes hubiera sido acusado de brujería por afirmar que el hombre podía trasportarse volando por los aires, o viajar por debajo del mar, mucho más antes era imposible imaginar un planeta esférico y que este no fuese el centro del universo, la ciencia va rompiendo cada vez más fronteras en el conocimiento humano, lo que antes nos parecía imposible es ahora materia común y lo que no podíamos siquiera imaginar es ahora una meta de mediano plazo; solo el tiempo puede poner límite a lo que nos falta aún por descubrir.
Dios como espíritu y fuente de energía
Nuestro Dios creador está representado por esa fuente fluida de energía inagotable, ya que por millones de años se ha venido expandiendo en miles de millones de individuos, sin que por ello pierda su potencia, y cada nuevo ser humano tiene la misma capacidad y viabilidad que todos los demás, del cual todos y cada uno de nosotros somos hijos y parte propia, hijos cuando tomamos posesión de un cuerpo material y parte cuando dejamos esta materia y nos reincorporamos al flujo de energía.
Nuestro Dios es todopoderoso, porque es capaz de manipular el universo material, como un instrumento, siendo el tiempo y el espacio conceptos materiales, flexibles, solo significan herramientas con las cuales maniobrar en la materia física, y el universo entero se representa más como un ciberespacio donde la materia juega sus roles, como si se tratara de un exclusivo juego de ingenio en la realidad virtual de una computadora.
La ciencia y la fe
Ciencia y religión no tendrían por qué estar enfrentados, como lo viene estando desde siglos atrás, la religión como fe, se sustenta en principios no demostrables, simplemente se cree o no se cree; sin embargo la ciencia  se mueve también en gran medida por la fe, sin esa creencia inquebrantable de los investigadores, que los lleva experimentar mas y mejor, hasta lograr demostrar sus teorías, no se habrían logrado los grandes avances que la ciencia nos ofrece hoy en día; claro que a  veces ocurren los milagros, también en la ciencia, y algunos descubrimientos se lograron por mera casualidad cuando los objetivos de cierta experimentación eran completamente diferentes.
Desde los descubrimientos de Albert Einstein y su teoría de la relatividad, conocemos que nuestro universo material es finito, incluso llegó a determinar que tiene una forma curva; pero ¿qué hay más allá de nuestro universo? ¿de qué estará compuesto ese más allá?... no lo sabemos, y no tenemos por ahora la capacidad cognoscitiva para averiguarlo, pero si sabemos que hay algo más allá del universo, y que no pertenece al nuestro.
El enlace es válido; si tenemos por admitido el universo material finito, la existencia de algo más allá de nuestro universo, y descubrimos que la vida que impulsa a nuestros cuerpos físicos es inmaterial, recurrimos entonces a una existencia espiritual fuera de nuestro universo, la cual induce la vida en los cuerpos materiales.
Charles Darwin descubrió, hace más de un siglo atrás, que el ser humano, tal como lo conocemos hoy, proviene de la evolución de una rama  de los antropoides, pero nunca pudo descubrir el llamado “eslabón perdido” la criatura que distinguiría definitivamente al animal del humano; igualmente difuso es el límite entre lo vegetal y lo animal, los flagelados y los corales representan ejemplos donde es difícil determinar su pertenencia; de la misma manera es difícil discernir en que momento unas células humanas se convierten en un nuevo ser humano, ¿acaso solo el óvulo o el espermatozoide son ya seres humanos? ¿o acaso basta que el espermatozoide fecunde al óvulo y tenemos un nuevo ser humano? ¿o será cuando las células alcanzan el estatus de embrión? ¿o más bien al primer mes de ese feto? ¿o al tercero?, definitivamente podemos hablar de un ser humano a partir del quinto mes, pero en ese período desde la fecundación, es difícil determinar si estamos hablando de células vivas o de un ser humano; ningún límite es preciso y definitivo, ¿dónde se separa la vida de la muerte?, ¿lo real de lo imaginario?, ¿lo material de lo espiritual?, ¿el bien del mal?; cualquiera podía ser ejecutado en la hoguera hace unos siglos por decir que la tierra era redonda y se movía alrededor del sol, hace un siglo se excomulgaba a la gente por opinar que Adán y Eva no fueron los primeros seres humanos sobre la tierra, hasta hoy en algunos países se lapida a las mujeres que tienen relaciones sexuales antes del matrimonio, y esto es avalado por las sociedades, sus religiones y sus iglesias, la relatividad de los valores humanos es más explícita que su naturaleza, es por ello que debemos ser muy cautos en nuestros juicios.
La filosofía de la vida
Como seres humanos tenemos expectativas de vida, metas, ambiciones, pero nuestra capacidad de razonamiento también nos lleva a cuestionar nuestra existencia, por ello se instituyó la filosofía, empezamos a discurrir quienes somos, de dónde venimos, a donde vamos, de que estamos hechos; si como ateos nos creemos pertenecientes este cuerpo material, descubriremos que este va caminando hacia la muerte desde que nace, y entonces estaremos muertos desde que nacemos, porque nada de lo que hagamos en esta vida impediría nuestro destino final, y nada de lo que logremos durante este período de vida, podremos llevar más allá de la muerte, ¿cuál sería el sentido de nuestra existencia?, si también conocemos que hasta toda la humanidad, como especie, tiene trazado un final en solo unos cuantos millones de años más, y toda la tecnología y el conocimiento que podamos desarrollar no lo podrá evitar; ¿es que solo nacemos para reproducirnos y morir, como plantas o animales?, sostener esta idea nos llevaría hacia una depresión absoluta, o hacia el deseo de una perversión sibarita sin límite.
Finalmente la religión es una cuestión de fe, creer o no creer cuando no se puede tener la certeza que nos brinda la ciencia, es una decisión muy personal, nadie te lo puede imponer; las reflexiones sobre nuestra existencia deben llevarnos a fortalecer nuestra fe, entendida no como una doctrina mágica y sobrenatural, que se impone sobre nuestros destinos ineluctablemente, sino como una mentalidad abierta hacia nuevos e inconmensurables conocimientos, a los cuales no podemos aún acceder en el nivel que se encuentra nuestra ciencia.
La fe en el ser humano y su espíritu
Necesitamos tener fe en que, nuestra existencia en este mundo material, tiene una finalidad justificada; cada minuto de nuestra vida nos enfrenta a opciones, el libre albedrío de nuestro espíritu nos lleva a construir una forma de vida con cada una de esas opciones que tomamos, muchas de ellas tiene que ver con el bien y el mal, entre hacer lo correcto o equivocarnos; cada vez que decidimos por el bien y hacemos lo correcto, robustecemos un poco nuestros valores morales, y cada vez que optamos por el mal y erramos, envilecemos ese espíritu que nos da la vida; somos miles de millones de seres, solo en este planeta, cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de enriquecer o envilecer este espíritu a través de las acciones que desarrollamos durante nuestro período de vida, pero finalmente todos volvemos nuevamente a nuestra raíz, a la unidad del todo creador.
El cielo y el infierno, son solo ilustraciones de la culpa y la redención, con lo que  nuestra racionalidad nos envuelve, no podemos creer en el bienestar eterno como premio o el sufrimiento eterno como castigo, porque la eternidad es un término temporal, y el tiempo es un medio material, y nuestra existencia espiritual está fuera del universo material; el premio y el castigo somos nosotros mismos, en lo que nos convertimos, y en lo que aportamos o dañamos a los demás; es por esto que el principal mandamiento cristiano es amar a tu prójimo como a ti mismo.
El credo original
Creo en Dios, porque tengo fe que soy más que solo la suma de una cantidad de huesos y órganos, porque sé que mi vida tiene un significado, y que cada cosa que haga bien o mal, sumará a la hora del conteo final, cuando toda la especie tenga que retomar su fuente original.
Creo en Dios, porque creo en mí mismo, sé que tengo el poder de dirigir mi propia vida, y hacer de ella algo valioso, creo en El, porque personalmente he experimentado esa energía divina la cual ha logrado salvar mi vida en más de una ocasión; y creo que tú también eres parte de mí, en este fluido manantial de energía que nos da la vida, y esta es la mejor razón para que creas en El, así cómo crees en ti.





miércoles, 28 de septiembre de 2011

ESPIANDO LA REALIDAD DE MADRE DE DIOS, DESDE UNA VISIÓN CRÍTICA HACIA UNA POSICIÓN OPTIMISTA…
Erick Braga.
Madre de Dios “Capital de la biodiversidad del Perú” es sin lugar a dudas una de las regiones más ricas de la Amazonía Peruana,  sin embargo el tema de superposición y el desorden territorial es un problema que está vinculado a la actividad minera, las concesiones maderables y no maderables, áreas naturales protegidas y predios agrícolas que son en algunos casos vías de acceso a la actividad informal e ilegal.
Entre otras actividades legales e ilegales, que son parte de la problemática general de Madre de Dios, también están las consideraciones jurídicas, los aspectos técnicos de privatización del bosque y demás recursos naturales, cuyo origen esta en la “Matrix”  del modelo vigente” y la base del problema central es: Económico, político y social. El resto es puro artificio de una ecuación, compleja de resolver… (Visión, decisión y voluntad política, he ahí la clave, para tomar el toro por las astas)  
Madre de Dios y toda la Amazonía Peruana, constituyen ser hoy en día y desde hace muchos años atrás: La gran despensa de materia prima, “la huerta del Perú que nadie sembró, sino el proceso evolutivo de la propia naturaleza”, que se ve codiciada y amenazada no solo por los pequeños y medianos extractores, sino también por los grandes monopolios y consorcios económicos del imperio capitalista, amparados por un marco legal que privilegia la privatización de los recursos naturales. 
Los primeros actuando, subterránea y periféricamente, como Termitas en el caso de la madera y como hormigas Kuruhuinsis en el caso de la minería (Kuruhuinsi: hormiga que perfora la tierra, trabajando día y noche) pequeños y medianos depredadores del bosque; tratando de sacarle la vuelta al “estado” negociando bajo la mesa con  funcionarios corruptos; para obtener luz verde a sus permisos y petitorios, continuando con la ilegalidad, la informalidad y todos los otros males como la contaminación ambiental, la prostitución, la delincuencia, asesinatos, enfermedades, etc.
Mientras que por otro lado; en las altas esferas del “poder”, tenemos a los altos mandos del estado; negociando sobre la mesa y bajo la mesa con los  grandes consorcios económicos, capitales privados nacionales e internacionales que se ven favorecidos por el estado; promoviéndose lobby´s, decretos legislativos, acuerdos y tratados de “libre comercio” que vulneran el patrimonio, la soberanía nacional y los derechos consuetudinarios de los pueblos indígenas amazónicos.
Construyéndose una sociedad de asimetrías sociales y económicas muy marcadas, en la que a su vez subsiste y convive el “estatus quo” de la corrupción;  pequeños, medianos y grandes “empresaurios de la actividad extractiva mercantil”  caminando bajo el mismo objetivo de hacer dinero, no importa cómo, ni donde…Lo que importa es hacer dinero, cueste lo que cueste, aún poniendo en peligro la vida propia y la de los demás.
Hace poco un amigo mío, especialista en derecho criticaba el por qué una organización como la FENAMAD (Federación de Nativos de la Región Madre de Dios) luchaba contra las trasnacionales (Caso: Reserva Comunal indígena Amarakaeri)  y por qué de igual modo, no eran capaces de luchar contra toda la contaminación ambiental y otros flagelos que provoca la minería ilegal e informal, midiendo a ambos sectores con la misma vara, no obstante las diversas respuestas y muchas otras interrogantes que podrían derivarse…
Debo indicar que lo que existe en Madre de Dios, en torno a la minería ilegal e informal y las demás actividades extractivas mercantiles, es una suerte de “cooperación económica de clases” (“Extractivismo-mercantil-simbiótico”), una respuesta natural al desorden y el abandono estructural del estado; una especie de correspondencia, compensación y colaboración tacita e inalámbrica entre los diversos sectores sociales y la población en general, una manifestación simbiótica sui generis, producto de las bondades y el alto precio del oro en el mercado local, nacional e internacional.  
Es decir: La bonanza económica de Madre de Dios, que gira en base al sistema extractivo primario de la actividad aurífera, la madera, la castaña, el comercio, el transporte, los servicios, etc. Tiene y huele a mucho de ilegal e informal,  lo cual se desarrolla en algunas zonas como Hueypetuhue, Alerta, Guacamayo, Lamal, Tahuamanu, Manu, Puerto Maldonado y otros lugares de la región a espaldas ó en complicidad con  un estado “inexistente”, ineficiente, corrupto y/ó  mediocre”.
Es consecuencia y como parte de este proceso, no estamos lejos de que Madre de Dios, “capital de la biodiversidad del Perú al servicio de las ONG`s digitadas desde Lima” se convierta en la capital del narcotráfico, dada las condiciones geográficas de frontera, la falta de control de los movimientos financieros e insumos para la actividad ilícita, el “estatus quo” de la corrupción y la ausencia del estado.
A esto se agrega la construcción de la carretera interoceánica sur y otras vías de penetración que lejos de constituir la gran oportunidad para el desarrollo y el progreso, no es sino la puerta de entrada a las grandes migraciones alto andinas que vienen en busca de empleo y mejores condiciones de vida… (Material de estudio sociológico)
El desorden, la informalidad y la ilegalidad campante en Madre de Dios (Puerto Maldonado) son condiciones objetivas que nos llevan a pensar que de algún modo se estaría moviendo el lavado de activos,  producto del narcotráfico, vinculado a la “minería informal e ilegal” y otras actividades ilícitas; dando lugar a que las mafias tengan acceso al poder político, local, regional y nacional; bajo la lógica de que el poder político es consecuencia del poder económico. 
De otra forma cómo se explica, por ejemplo que en la ciudad Iquitos y Puerto Maldonado, de la noche a la mañana, se empiecen a levantar grandes edificios, comercios y centros de diversión; Puerto Maldonado que tiene un parecido a Iquitos (Iquitos hace  veinte años atrás); va por ese camino, sin embargo nada es igual y la excepción es la regla. Más todos sabemos que las “mafias” responden a procesos y a desarrollos en cadena.
En síntesis aquí en Madre de Dios-Puerto Maldonado; vivimos en una sociedad de “mercado y mercadillo” cuya lucha ecomicista, supera largamente cualquier propuesta de tipo social, ambiental ó cultural, sin embargo; en los últimos dos años he podido notar; que en contra parte a aquellos sectores puramente extractivos mercantiles, subsiste también un importante sector afín a la agroforestería, el turismo, la minería, la investigación, el comercio, la madera entre otras actividades productivas importantes.
Observo el impulso de algunas organizaciones sociales y económicas vinculados a un empresariado consientes, asociaciones y gremios sindicales, el movimiento estudiantil, sectores de moto taxistas, asentamientos humanos, ciertas ONG´s, artistas congregados en torno a la música Rock y sectores informales que buscan romper y salirse del mar revuelto, para adecuar y mejorar sus condición de vida; siendo este, el público objetivo y el sujeto social para ir promoviendo, difundiendo y trabajando propuestas alternativas para el desarrollo sostenible de la región Madre de Dios.
En conclusión debo decir que la solución a la superposición territorial, la informalidad, la ilegalidad y el desorden de las actividades productivas; responden no solo a un problema de enfoque académico, técnico ó legal, sino a cuestiones mucho más profundas y estructurales: Económicas, políticas, sociales y ambientales que tienen su correlato en el proceso histórico con la que se ha ido construyendo la región Madre de Dios, involucrando aspectos importantes que deben tomarse en cuenta al emitir opiniones y al tomar decisiones:
El abandono histórico del estado hacia una región tan rica en recursos naturales, que lejos de promover un proceso de integración cultural en forma ordenada y un desarrollo económico planificado, dio luz verde a la colonización andino-amazónica bajo el mito del “Paititi y el dorado, (anidándose la informalidad y la ilegalidad), conformándose Madre de Dios en la tierra de nadie “El lejano oeste del Perú” donde la ley del dinero y la corrupción, se convierten en el “status quo” de una región eminentemente rica y productiva. 
 
La falta de visión del Gobierno Central y Regional para encarar y resolver la problemática social y económica de Madre de Dios, diseñando y ejecutando políticas y programas de gobierno que involucren la participación de las organizaciones sociales y productivas.
 
La informalidad e ilegalidad con la que se viene desarrollando la actividad minera en la región Madre en complicidad con la dirección regional de energía y minas al otorgar petitorios mineros a lo largo y ancho de la región Madre de Dios, sin tomar en cuenta las consideraciones técnicas ambientales, que involucren aspectos de sostenibilidad social y económica para el aprovechamiento de nuestros recursos naturales.
 
El desconocimiento de que el bosque es un ecosistema completo cuya dinámica vital, compromete, sub. Suelo, superficie, recursos hídricos, sotobosque, fauna, etc. Por lo tanto es inconcebible que se otorguen concesiones mineras sobre otras otorgaciones privadas, (Concesiones con fines maderables y no maderables, concesiones de conservación y ecoturismo, predios privados; entre otros) los cuales desde ya han pasado a constituir parte de la problemática, forestal y ambiental que necesita ir resolviéndose en el largo camino hacia el progreso y la modernidad de una región rica en recursos humanos y naturales.
 
También esta finalmente la falta de implementación de una zonificación ambiental, económica,  social y un ordenamiento territorial , eminentemente científico y de inclusión social basado en la participación de las organizaciones sociales y económicas comprometidas con el proceso de cambio y transformación de la región Madre de Dios.
 
Puerto Maldonado, 29 de Diciembre del 2009.
 
 
Retomado de los Archivos: pucahuayruro@yahoo.es/ Iq. 23 de Setiembre del 2011.
 
Erick Ray Braga Ramirez
DNI. 05385260
Especialista Forestal

jueves, 25 de agosto de 2011

Una crisis terminal

Por: César Hildebrandt


Se incendia Londres, llueven palos en Santiago, la OTAN sigue matando civiles en Libia, los rebeldes se traen abajo un masivo helicóptero estadounidense en Afganistán, las fuerzas de seguridad sirias continúan eliminando opositores y en Somalia ha empezado una hambruna apocalíptica que puede borrar del mapa a millones de seres humanos.
¿Este es el nuevo orden mundial? ¿O el nuevo orden mundial será que Estados Unidos sigue imprimiendo billetes para amortizar deudas impagables y que Europa tambalea porque, con la excepción alemana, gasta más de lo que merece gastar?
¿O el orden nuevo consistirá, más bien, en que a los indignados de España los saquen a empujones de la Puerta del Sol y del metro que sale a la Gran Vía?
Como ustedes saben, a mí no me fue dada la virtud de la fe ni la gracia del teísmo: padezco mi incredulidad y sé que me corromperé en un cajón bajo tierra.
Pero no se necesita a Dios (miren, lo escribo con mayúscula: algún miedo miserable me susurra precauciones) para creer en principios y valores. Es relativamente comprensible entender lo de Libia, donde un payaso siniestro creó una monarquía unipersonal y vitalicia. Está más cerca aun de nuestra comprensión lo que sucede en Siria, país sometido a una férrea dictadura de vocación también dinástica apoyada en los tanques de sus fuerzas armadas. Es natural que los helicópteros de un país ocupante, que mata a domicilio y sin siquiera arriesgar la vida de sus pilotos, sean eventualmente volados. Y para este mundo, es ritual que en África siempre haya un país al borde de la extinción por una guerra civil sin fin o una sequía mandada por los poderes infernales.
Ya no resulta tan fácil explicar lo de Londres, lo de Santiago, lo de Madrid, lo de Lisboa, lo de Dublín o lo de muchas ciudades de los Estados Unidos que han visto el desfile de una nueva ira ciudadana.
Lo que revelan las noticias, por lo general, es que en ese occidente jactancioso que creía haber llegado al "fin de la historia" y a la fórmula de la inmortalidad capitalista, la gente está harta. Lo que también revelan las noticias es que el sistema de contención del capitalismo Neanderthal -redescubierto por la Thatcher- y adorado en Wall Street ha empezado a resquebrajarse.
La gente está harta de que le hayan robado la democracia y de que una sola partitura -la de los tiburones de las bolsas y los ladrones de la banca- sea la que se imponga en los coros de los niños castrados de la prensa.
Hartos están todos -y con razón- de que los truhanes de las finanzas y del hampa corporativa compren periódicos y televisiones para decirle a la gente que está bien que se joda, muy bien que se resigne, mejor que se calle y maravillosamente bien que obedezca. Lo que estamos viendo es como la película "Despertares" pero en versión de la Comuna de París: millones de aturdidos abandonan el limbo y gritan para comprobar que están vivos.
Me da mucha risa cómo es que la prensa peruana, por ejemplo, trata la crisis mundial que ha empezado. Se habla de números, de alivios, de cumbres políticas, de rebaja de calificaciones, de Obama y de la Unión Europea.
Lo que no se trata es lo único que podría ser interesante: esta es una crisis medular y sistémica. No tiene que ver con un episodio borrascoso del crecimiento sino con un final de época, un ultimátum que la razón le ha dado a la sinrazón.
No es posible la continuidad sin sobresaltos de un sistema que privilegia la industria de la matanza, que carece de escrúpulos, que cree que la codicia es una virtud teologal, que aúpa a la cima de la política a subnormales como Sarah Palin, que castiga el mérito del trabajo y premia el crimen financiero, que trata a las masas como estadística y al dinero como patrimonio de las élites.
No es posible que un sistema que no cree en la felicidad, que se nutre de la corrupción, el abuso y la depredación de los recursos insista en sus fórmulas y crea que la impunidad es su mejor blindaje.

Es hora del cambio de embarcación, ruta, capitán y tripulantes. Este Colón mamarrachiento no nos lleva a ningún nuevo mundo. Esta carabela nos conduce al mar de los Sargazos, esquina (imaginaria) con la fosa de las Marianas.
Eso es lo que están diciendo las calles. Porque las calles dicen ahora lo que los políticos, amordazados por los operadores del sistema, ya no pueden decir. ¿No era que Chile era el modelo a seguir a pie juntillas? Que hablen los araucanos valientes y los estudiantes felizmente obstinados.
Se asombran en Londres de que haya niños entre los manifestantes vandalizados. ¿Cómo no va a haber adolescentes y niños si han mamado violencia desde que la televisión-niñera los atrapó, si han visto en el cine "de éxito" que degollar, descuartizar, volar en mancha y balear en banda es un "grandioso espectáculo"? El sistema no previó, entre otras muchas cosas, que al hacer héroes a monstruos sin ley estaban construyendo monstruos sin ley que algún día saldrían a imitar a sus ídolos.
Tampoco previó que al abaratar el salario y al condenar a generaciones enteras a vivir del crédito estaba labrando su propia iliquidez. No tenía cómo prever esto porque los gobiernos que operaban el sistema hacían exactamente lo mismo.
El capitalismo, tal como lo hemos conocido, ha dejado de funcionar. Podrá obtener una tregua, algún aplazamiento, un enésimo maquillaje, pero su fin está próximo. Que ese fin sea pacífico, que esa transición no se confunda con el caos, dependerá de los indignados pero, sobre todo, de los causantes de tanta indignación.
La gente está harta, pero más harta está el planeta Tierra. Harta la gente, hartos los bosques, asqueados los mares, Alaska en pie de guerra, la Antártida ofendida, el aire de ceniza que terminará, si todo sigue igual apagándonos la luz del sol; fin de era, aunque suene anticuado a los twiteros: no se puede vivir sin valores sin sueños grandes, sin prójimos, sin la modestia que debería siempre imponernos ser inquilinos fugaces de una roca viva que nos alberga con ciertas condiciones
El capitalismo Neanderthal se ha metido con la naturaleza, no le bastado tratar con la punta del pie a sus siervos(los trabajadores), ha tenido que burlarse de la naturaleza y, por supuesto, la naturaleza ha empezado a enviarle la factura .
En vista de todo o esto, qué pálida parece nuestra política y que desvaída la mayor parte de nuestra prensa. Como en el siglo XIX, los peruanos seguimos siendo realistas cuando el mundo borbónico ha estallado.
El imperio de China acabó (y acabó dos veces, si me lo permiten igual que el ruso). Roma terminó en escombros. La historia es el equivalente a unas páginas amarillas de todos los imperios muertos y todas las arrogancias desvanecidas.
El orden internacional actual ha empezado a hundirse de verdad mientras su potencia líder vive de fiado y jaqueada por una derecha clínicamente imbécil. Y aquí estamos viendo qué diablos pasará con la prima de Nadine nombrada en la SUNAT  y otras sandeces, mientras la corrupción imperante en ese sistema, ha sido y es ,el crimen  de Estado, contra los indignados.

viernes, 15 de julio de 2011

El legado perdido de los Incas

Se  celebran cien años del descubrimiento del santuario de Macchu Picchu, del cual se puede decir que es el baluarte turístico de Latinoamérica, situado en la zona nororiental del Cuzco, capital y centro cultural y de gobierno del vasto Imperio de los Incas.


Les tomó a los españoles cuarenta años, desde la llegada de Colón a América, por el Caribe, hasta alcanzar los territorios Incas en Sudamérica, sin embargo el proceso de conquista de los nuevos territorios se logró de manera relativamente rápida y sumamente eficiente teniendo en cuenta el escaso número de los conquistadores.
La facilidad con que fue lograda la conquista ha sido explicada desde numerosos puntos de vista, esencialmente la debilidad del Imperio en una etapa de transición de gobierno, durante el cual los hermanos herederos del trono, buscaban la deslegitimación del otro, así como el frágil domino sobre territorios recién conquistados como el de los Chancas y otras nacionalidades que aprovecharon el desconcierto para apoyarse en los españoles en su rebeldía contra la casta cuzqueña; sin embargo también estuvieron presentes factores como los mitos premonitorios del fin del imperio y por supuesto el uso de las armas de fuego, la caballería, las corazas protectoras y otras técnicas modernas de guerra en la que los europeos eran especialistas.
Mucho se ha escrito respecto a los avances científicos que trajeron los europeos a esta parte de América, algunos de estos son evidentemente reales, pero otros no pasan de ser pretextos para justificar la conquista del territorio; porque deberíamos tener en cuenta que tanto la cultura Inca como la Azteca, tenían civilizaciones muy avanzadas, y que en muchas ramas de la ciencia eran superiores a los europeos, especialmente en la geografía (los europeos aún etnocéntricos miraban su mundo plano), en astronomía (dentro de la misma visión tenían al planeta como centro del universo), en medicina (aquí teníamos las técnicas de trepanación craneal y de momificación de cadáveres, mientras ellos no conocían aún los usos medicinales de las diversas plantas y eran diezmados por plagas y epidemias),  en la agricultura e hidrografía (desconocían las técnicas para elevar la productividad de las tierras, el manejo de las aguas para regadío y en general el aprovechamiento del ecosistema sin destruirlo), en arquitectura e ingeniería (como prueba las imponentes fortalezas que aún perduran y los sistemas de acueductos), en textilería (aún no pueden igualar la alta calidad de los tintes naturales usados por los Incas, así como la firmeza y belleza de sus diseños ) esto sin mencionar un sistema social aún en el proceso de construcción pero con unas proyecciones muy propicias y una filosofía de la vida que superaba ampliamente la era del oscurantismo ideológico que se abatía sobre Europa en esos siglos.
Por supuesto, la ceguera intelectual de los españoles, su lujuriosa ambición por el oro y los metales preciosos, así como su completo desconocimiento de la diversidad cultural, desembocaron en el más amplio aniquilamiento de la floreciente cultura andina y en el súbito truncamiento del desarrollo científico en curso, con las consiguientes pérdidas de la mayor parte de lo avanzado hasta ese entonces.
Entre los más grandes avances científicos que trajeron los europeos a América, se cuenta, la rueda, la escritura, la religión cristiana y la pólvora; sin embargo, analicemos puntualmente
Sabemos que la cultura andina se desarrolló en las alturas de la cordillera, por motivo que las tierras fértiles se encuentran entre los valles interandinos, ya que la costa es solo una faja de desiertos áridos en su gran extensión, la abrupta geografía de los andes realmente vuelve impráctico el uso de carruajes rodados en esta zona, plena de empinadas pendientes y empedrados senderos, solo los europeos que acostumbran vivir a orillas del mar, frente a extensas planicies, podían sacar provecho de un invento similar.
Respecto a la escritura, la ceguera intelectual de los españoles les llevó a asumir que no existía en América, pero los Incas desarrollaron un sistema de almacenamiento de datos, más bien cercano a los ideogramas de las culturas orientales, expresados en los Quipus, los cuales eran manejados por una casta de especialistas en dicha materia, pero además, dado que la sociedad andina se basa en la comunidad, el lenguaje oral era una de las herramientas más importantes de la cohesión social, por este motivo, la historia, la tradición, la ciencia y la religión eran prioritariamente trasmitidas en forma de leyendas, de boca a boca, de familia a familia, de generación a generación, de esta manera no solo se aseguraban que cada comunidad se viera obligada a compartir sus conocimientos y afianzar sus lazos de unidad, sino que se cercioraban de que la información no se perdiera, tal como sucedió en Europa con el incendio de la biblioteca de Alejandría en el siglo III AC., más bien aquí, tal como está diseñado el sistema de internet, cuando la información es trasmitida por la red de usuarios, en este caso los destinatarios son los miembros de las comunidades, cada uno de ellos es portador de parte de ella indistintamente, y aunque se eliminara a una parte de los emisores, la información podría ser reconstruida nuevamente desde los usuarios, esto es un gran avance en sistemas de comunicación para la época; por supuesto ellos no podían prever la magnitud de la destrucción que causaron los españoles con la explotación inmisericorde del indio.


Si nos ponemos a pensar en los aportes de la religión católica, tenemos que darnos cuenta que los españoles trajeron lo peor de su legado religioso, en una época en que la jerarquía católica se encontraba en la cima de la corrupción y la lujuria del poder, con una doctrina ortodoxa, la santería, la excomunión, la santa inquisición, y todo aquello impuesto a sangre y fuego por los conquistadores, convirtiéndose en una más de las herramientas de exterminio racial usadas por los europeos; esto en contraste con una religión andina espiritualista, fuertemente adaptada a su filosofía de la vida en convivencia con la naturaleza y en defensa del ecosistema que les acogía; sus creencias estaban tan arraigadas en sus raíces ancestrales y su modo de vida, que ni las amenazas de muerte pudieron erradicarlas por completo y los indios terminaron adoptando un sincretismo práctico, donde se fusionan a los Apus con los santos, los rezos con las adoraciones, las fiestas paganas con las cristianas.
La pólvora ciertamente es un avance científico loable, hay muchas utilidades productivas para esta materia, pero lamentablemente, la principal, si no la única, aplicación que trajeron los españoles fue la de las armas de fuego, aquellas que usaron para aniquilar la resistencia indígena, y entonces podemos iniciar una discusión acerca de si esto fue realmente un aporte de civilización.
En conclusión, el punto que me interesa resaltar es, que a consecuencia del dominio español en América Latina, en relación a la ciencia y a la civilización, fue más lo que se perdió que lo que se ganó; aún en estos días se siguen descubriendo aplicaciones de la medicina y de la astronomía andina principalmente, que, en primer lugar, nos sorprenden por su desarrollo en dicha época, y en segundo lugar, nos iluminan, porque incluso hasta ahora las desconocíamos.
¿Cómo podríamos llenar los vacíos que dejó la destrucción casi total de una cultura en esplendor? Se arrasó completamente con todo el conocimiento que la incapacidad europea les impedía comprender, el genocidio no fue solamente circunscrito a los individuos, fue tanto su odio y su temor a la rebelión que destruyeron todo lo que era diferente a ellos.
Quizá me digan que sería un ejercicio inútil, tratar de imaginar una proyección de lo que hubiera sido en la actualidad el desarrollo de una cultura paralela en América, pero con los conocimientos que hoy manejamos sobre nacionalidad y diversidad cultural, no puedo dejar de enorgullecerme, al pensar en lo que nuestra nación Inca pudo llegar a ser.

sábado, 4 de junio de 2011

César Hildebrandt: “¿Objetividad? ¡Al Cuerno!”
> > Sema­na­rio “Hil­de­brandt en sus trece”, 27 de
> > Mayo del 2011
> >
> >
> > Dicen unos turis­tas infor­ma­ti­vos que han venido a
> > estas comar­cas que la prensa peruana se ha ses­gado y —
> > ha olvi­dado lo que es objetividad.
> >
> > ¿Obje­ti­vi­dad?
> >
> > ¿Cómo pode­mos ser sui­zos y fríos si esta­mos ante
> > el peli­gro de que nos gobierne la suce­sora de una
> > orga­ni­za­ción cri­minal, la única banda que en el
> > Perú
> > pudo con­tar con ejér­cito, marina, avia­ción y
> > pre­su­puesto sin límites?
> >
> > Si yo fuera espa­ñol y alguna reen­car­na­ción de
> > Franco pos­tulase a las elec­cio­nes, ¿sería dable que
> > me pidie­sen neutralidad?
> >
> > ¿Y si fuera fran­cés y un par­tido neo­nazi jaquease
> > las elec­cio­nes recor­dando a Petain, alguien podría
> > repro­char mi com­ba­tiente apa­sio­na­miento?
> > ¿No habrían sido moral­mente supe­rio­res las voces
> > del desen­ten­di­miento en el caso de Stalin?
> >
> > ¿No fue dema­siado “obje­tiva” la prensa
> > occi­den­tal cuando Hitler empe­zaba a surgir?
> >
> > Si fuera chi­leno y el hijo de Pino­chet pasase a una
> > segunda vuelta elec­to­ral, ¿sería dable que me
> > pidie­sen una mirada de nota­rio para juz­gar esa
> > desgracia?
> >
> > Esto es lo que tie­nen que saber los envia­dos, los
> > corres­ponsales y los emba­ja­do­res del pri­mer,
> > segundo y ter­cer mundo que empie­zan a visi­tar­nos: el
> > de
> > Fuji­mori no fue un res­pe­ta­ble gobierno
> > con­ser­va­dor, una opción legí­tima de li­beralismo
> > dura­mente aplicado.
> >
> > El gobierno de Fuji­mori fue una mafia que, al revés que
> > el mítico Midas, infectó todo lo que tocaba.
> >
> > Sépanlo de una vez (o recuér­denlo si lo han
> > olvi­dado): Fuji­mori cerró el Con­greso y con­vocó a
> > uno donde la verda­dera opo­si­ción no estuvo
> > repre­sen­tada;
> > abo­lió por la fuerza una Cons­ti­tu­ción
> > ela­bo­rada en con­senso y per­pe­tró, junto a sus
> > alia­dos, una que sir­vió de arma­dura para las
> > gran­des em­presas; ate­
> > rro­rizó y arrin­conó a los sin­di­ca­tos y hay
> > prue­bas de que el ase­si­nato de Pedro Huilca,
> > secre­ta­rio gene­ral de la cen­tral de
> > tra­ba­ja­do­res más impor­tante del
> > país, fue parte de una cons­pi­ra­ción fra­guada en
> > el Ser­vi­cio de Inte­li­gen­cia; corrom­pió como
> > jamás se había visto al poder judi­cial (el día del
> > golpe su
> > secuaz Mon­te­si­nos se robó una tone­lada de
> > expe­dien­tes que podían ser incó­mo­dos o con los que
> > podía chan­ta­jear); cas­tró a la Con­tra­lo­ría
> > ponién­dola al
> > ser­vi­cio de la impu­ni­dad y nom­brando a jefes
> > pusi­lá­ni­mes que jamás se le enfren­ta­ron; logró
> > que todos los coman­dan­tes en jefe de las Fuer­zas
> > Arma­das
> > (repito: todos) fue­ran ladro­nes y saca­ran di­nero en
> > efec­tivo que muchas veces carga­ron en cos­ta­les y
> > lle­va­ron a Pala­cio de Go­bierno; des­ti­tuyó
> > humi­llan­
> > te­mente, desde su Con­greso anuente, a los
> > magis­tra­dos del Tri­bu­nal Cons­ti­tu­cio­nal que
> > se opu­sie­ron a algu­nas de sus tro­pe­lías
> > mayo­res; alquiló a la casi
> > tota­li­dad de perio­dis­tas de la televi­sión y
> > com­pró, al cash, a los pro­pie­ta­rios de los
> > cana­les; remató las empre­sas públi­cas a pre­cio vil
> > encar­gán­dole la
> > tarea a una serie de sin­ver­güen­zas que muchas veces
> > fue­ron juez y parte dado que ofre­cían lo que ellos, en
> > socie­dad con otros, ter­mi­na­ban com­prando;
> > fue el autor inte­lec­tual de algu­nos de los más
> > noto­rios asesina­tos del lla­mado Grupo Colina, una
> > pan­di­lla de ase­si­nos que el mismo señor Fuji­mori
> > (y allí
> > están los docu­men­tos) ascen­dió, pri­mero, y
> > amnis­tió, des­pués; hizo de la Fis­ca­lía de la
> > Nación una sucur­sal del poder eje­cu­tivo y en la que
> > fue
> > tragicómica­mente céle­bre el papel que le cupo a la
> > “fis­cal vita­li­cia” Blanca Nélida Colán,
> > sen­ten­ciada des­pués a diez años de cár­cel y
> > libe­rada tras cum­plir
> > dos ter­cios de su con­dena; mal­versó alre­de­dor de
> > dos mil millo­nes de soles —ese es el cálculo
> > conser­vador— y creó una red per­so­nal y fami­liar
> > para
> > robar hasta las dona­cio­nes en efec­tivo que le
> > fue­ron entre­ga­das en Japón; per­mi­tió que su
> > ase­sor más cer­cano, Mon­te­si­nos, se enrique­ciera
> > hasta la
> > obs­ce­ni­dad (en una sola cuenta suiza se encon­tró
> > 48 millo­nes de dóla­res a su nom­bre) y, a pesar de
> > saberlo (por­que lo supo ple­na­mente el año 2000
> > cuando el perió­dico que este colum­nista diri­gía
> > difun­dió una cuenta de 2’666,660 dóla­res en el
> > limeño Banco Wiese) lo defen­dió diciendo que esa
> > pros­pe­ri­
> > dad venía de “ase­so­rías a empre­sas
> > extran­je­ras”; per­mi­tió que en su avión (el
> > pre­si­den­cial) subie­ran bul­tos ex­traños y
> > dine­ros múl­ti­ples hasta que un día
> > una inves­ti­ga­ción inde­pen­diente, aus­pi­ciada
> > por una agen­cia nor­te­ame­ri­cana, des­cu­brió 170
> > kilo­gra­mos de clor­hi­drato de cocaína escondi­do en
> > el fuse­laje
> > de la nave; creó una masiva prensa mer­ce­na­ria
> > des­ti­nada a enlo­dar a sus adver­sa­rios, prensa que
> > telediri­gía per­so­nal­mente Mon­te­si­nos; cuando
> > no pudo
> > con­se­guir una mayo­ría par­la­men­ta­ria que
> > ava­lase todas sus arbitrarie­dades, pues ordenó a
> > Mon­te­si­nos que com­prará dipu­tados sacando miles
> > de dóla­res
> > de las arcas públicas…
> >
> > Hizo todo esto y mucho más hasta que un día,
> > des­nu­dado por un video entre­gado por plata por algún
> > trai­dor, aterro­rizado hasta la pis, tré­mulo en la
> > mueca
> > y en los gallos de la voz, se embarcó otra vez en el
> > avión pre­si­den­cial, dijo que iba a Bru­nei a una
> > reunión pre­si­den­cial y apa­re­ció en Tokio, desde
> > donde
> > envió, a tra­vés de un fax, la infame carta de
> > renun­cia que hizo del Perú un país diver­ti­da­mente
> > biza­rro e inexplicable.
> >
> > Poco tiempo des­pués, reco­no­ce­ría tener la
> > nacio­na­li­dad japo­nesa, pos­tu­la­ría a la Dieta
> > que­riendo ser sena­dor, se casa­ría de men­ti­ras con
> > una mafiosa vin­
> > cu­lada con lo peor de la polí­tica nipona y
> > ter­mi­na­ría en San­tiago de Chile espe­rando la
> > amnis­tía o la amne­sia para vol­ver a las andadas.
> >
> > Ese es, a gran­des y ava­ros ras­gos, Alberto
> > Fuji­mori. Y ese fue su gobierno.
> >
> > ¿Que durante su régi­men el país derrotó al
> > terrorismo?
> >
> > Sí: el país. Por­que a Abi­mael Guz­mán lo cap­turó
> > Anto­nio Ketín Vid 1, un gene­ral de la poli­cía a
> > quien Fuji­mori odiaba y a quien trató de hacerle la vida
> > impo­si­
> > ble tras esa hazaña. Fue­ron los méto­dos dic­ta­dos
> > por el ser­vi­cio de la inteligen­cia poli­cial los que
> > des­ca­be­za­ron a Sen­dero. Y cuando Guz­mán cayó,
> > Fuji­
> > mori se hallaba pes­cando pai­ches en un río del oriente
> > peruano.
> >
> > ¿Que con él se firmó el tra­tado de paz con Ecuador?
> >
> > Sí, y eso es meri­to­rio, sobre todo si se tiene en
> > cuenta que esa paz de 1998 fue fir­mada luego de la
> > dra­má­tica derrota del ejér­cito peruano en la lla­
> > mada “gue­rra del Cenepa” de 1995, en la que nueve
> > naves aéreas del Perú fue­ron aba­ti­das con
> > cohe­te­ría de segui­miento tér­mico y en la que
> > per­di­mos a
> > dece­nas de efec­ti­vos por falta de equi­pa­miento y
> > logís­tica (eran los tiem­pos en que se robaba
> > exten­sa­mente a la hora de com­prar arma­mento: 60
> > millo­nes
> > de dóla­res en una sola com­pra de Migs rusos, como se
> > pudo pro­bar judicialmente).
> >
> > Pero, en todo caso, ¿valían Guz­mán y Ecua­dor la
> > indigni­dad de una década? ¿Somos los perua­nos gente de
> > ter­cera que debe de acep­tar el robo y el ase­
> > si­nato como costo inexo­rable de una ges­tión
> > gubernamental?
> >
> > Me dirán que Keiko no es su padre.
> >
> > Si Keiko no es su padre, ¿qué hacen con ella José
> > Chlim­per, ex minis­tro; Jorge Tre­lles, líder
> > con­gre­sal; Vicente Silva Checa, miem­bro de la mafia
> > mediá­tica
> > fuji­mo­rista; Jorge More­lli, inte­ligente
> > por­ta­voz de Fuji­mori en el canal CCN, com­prado con
> > plata negra del ejér­cito; Mila­gros Maraví, alta
> > fun­cio­na­ria del sec­tor
> > econo­mía y aliada de Mon­te­si­nos; Martha Chá­vez,
> > feroz vocera par­la­men­ta­ria; Absa­lón Vás­quez,
> > ex minis­tro y ope­ra­dor som­brío; Rafael Rey,
> > co­laborador
> > desde los comien­zos y amnis­tia­dor de ase­si­nos;
> > Augusto Bedoya, ex minis­tro; Luz Sal­gado y Car­men
> > Lozada de Gam­boa, dúo de mas­ti­nes par­la­men­ta­
> > rias; Luis Del­gado Apa­ri­cio, abo­gado impla­ca­ble
> > de la causa; Car­los Blanco, ex congresista…?
> >
> > ¿Y qué hacen San­tiago Fuji­mori y Jaime Yos­hi­yama
> > cerca?
> >
> > ¿Y por qué todos ellos, en vez de tomar una dis­tan­cia
> > hi­giénica res­pecto del con­de­nado —tal como hizo
> > la dere­cha chi­lena en rela­ción al no con­de­nado
> > Pino­chet— visi­tan la Diroes, reci­ben allí
> > ins­truc­cio­nes y con­se­jos, aliento y planes?
> >
> > No, seño­res. La pasión en este trance no sólo es
> > admi­si­ble sino que resulta moral­mente imprescindible.
> >
> > Lo que no pode­mos hacer los perio­dis­tas es men­tir,
> > in­ventar, fal­sear, titu­lar a nues­tro antojo,
> > esta­ble­cer analo­gías que no lo son, crear
> > fan­tas­mas, omi­tir
> > datos cla­ves, calum­niar, mez­clar la opi­nión con el
> > regis­tro del hecho. En resu­men, prostituirse.
> >
> > Pero en una coyun­tura como esta tene­mos el dere­cho
> > ple­no de opi­nar y prevenir.
> >
> > Y ade­más, ¿a qué obje­ti­vi­dad se refie­ren
> > algu­nos corregi­dores en visita?
> >
> > ¿A la de El País, a punto de ser des­truido como el
> > mejor perió­dico de habla his­pana por los suce­so­res
> > de Polanco y sus múl­ti­ples intereses?
> >
> > ¿A la de El Mundo, que dijo, sabiendo que men­tía, que
> > el cri­men de Ato­cha era atri­bui­ble a ETA?
> >
> > ¿A la de Ber­lus­coni y sus televisiones?
> >
> > ¿O es que hablan de Fox News y sus chi­cos del Tea Party?
> > ¿O del nuevo Wall Street Jour­nal y su olor a Mur­doch?
> > ¡Como si no supié­ra­mos que un buen
> > lote de la gran prensa mun­dial es parte de una
> > sin­fo­nía que aspira a la unanimidad!
> >
> > Pasión: no me aban­do­nes. Sólo tú me has sal­vado de
> > la peste de la aceptación.
> >

martes, 24 de mayo de 2011

El voto por la esperanza
Llegan los últimos días previos a las elecciones presidenciales en segunda vuelta para nuestro país, la polarización de las opiniones es más intensa cada vez, la línea divisoria entre un Perú profundo y rural de las provincias, y el Perú escéptico y urbano de Lima se dibuja más gruesa y clara.
Las opciones están definidas, más allá de la campaña de adjetivos e historias de fantasmas inventadas para mantener aterrorizada a la gente; la familia Fujimori y sus adláteres se han enriquecido desmedidamente con el dinero proveniente del latrocinio y la corrupción del gobierno de Alberto Fujimori, y pueden ahora solventar una millonaria campaña propagandística en todos los medios.
Para nadie es un secreto las matanzas, el robo y la corrupción del gobierno Fujimorista, su justificación final es: “matamos menos que otros...”, “robamos pero hicimos obras…”, “hubo corrupción pero la economía mejoró…”, ideas que han sido enclavadas falsamente en el interior de una mentalidad criolla urbana, la llamada “cultura combi” es decir: roba y deja robar, que no te importe lo que los demás hacen, que no te importe lo que sucede a tu alrededor porque nada va a cambiar, acostúmbrate a vivir así porque podría ser peor; el retorno de toda esta gavilla de delincuentes al gobierno tras la idílica imagen de su hija Keiko, quienes ya iniciaron nuevamente sus acciones despidiendo periodistas independientes, comprando la voz de los medios, captando las voluntades de los pobres con dádivas, nos asegura que ellos solo traerán más de lo mismo, mantenimiento del status quo, incremento de la explotación del trabajador en beneficio de los poderosos, haciendo más ricos a los demasiado ricos; esto es una amenaza.
Frente a ello un poco de esperanza, un acto de fe en el futuro, Ollanta Humala no es ningún mesías salvador, nunca creímos en la función de los caudillos, lo que la Patria necesita son verdaderos líderes, que sepan representar los intereses de sus pueblos; en estos momentos Ollanta solo representa un grupo de personas con algunas buenas intenciones, ¿es posible que logre realizarlos una vez en el gobierno?... nadie puede asegurar como se desarrollará este equipo político, es solo una expectativa probable, una posibilidad que se verá reforzada mediante la presión social que ejerzan las organizaciones ciudadanas para el cumplimiento de las metas trazadas, esta es una promesa.
 Es así que tenemos razones más que suficientes, todos los intelectuales y artistas del país con algún renombre ya se han pronunciado para evitar el engaño que con  las cifras manipuladas, por las mismas empresas encuestadoras que recibieron los fajos de dinero de manos de Montesinos en la salita del SIN, tratan de sorprender al votante; en esta segunda vuelta electoral todos los ciudadanos conscientes de su realidad, debemos cerrar el paso a la descarada campaña fujimorista, no solo movilizándonos con nuestro voto por la esperanza en el cumplimiento de las promesas de un político nuevo, sino además defendiendo  ese voto responsable en las mesas de votación, en contra de la amenaza de aquellos delincuentes que tratan de volver a apoderarse del gobierno, porque no dudamos que intentarán usar sus conocidas artimañas fraudulentas para torcer los resultados electorales a su favor.
Este 5 de Junio el Perú enfrenta una pugna entre la esperanza de una promesa y la amenaza de una gavilla de delincuentes, la dignidad nos invoca a levantar la cabeza y marchar hacia el futuro con valentía en defensa de la esperanza.

miércoles, 18 de mayo de 2011

La vieja indecencia
Por César Hildebrandt
 El único mérito que puedo concederme en esta vida moteada de algunos éxitos y muchos fracasos, en esta carrera ingrata que me eligió, en este oficio artesanal de tratar de encontrar la verdad que a pocos importa y las mentiras que ya no escandalizan, el único mérito que me concedo, digo, es no haber cedido a la tentación del medio: resígnate, así es el Perú, tolera lo que todos, créeles a los idiotas de la derecha, a los que hacen negocios turbios y a la vez editorializan en relación con “los valores de la democracia” (cuando la verdad es que se zurran en ella y en lo que significa).
 Naces en este país hermoso y complicado y la primera sugerencia que te asalta es la del estoicismo: quédate quieto, tranquilo hermano, así es esta vaina, esto no lo arregla ni el sillau. Y se te puede pasar la vida haciéndote el de la vista gorda, haciéndote el loco y asistiendo con cara de palo a las grandes mecidas.
 –Nada puedes hacer, esas son las reglas– susurra el aire tóxico de Lima.
 –Esto no lo ha cambiado nadie– remacha una sombra, la sombra de lo que pudiste ser.
 Me van a perdonar pero yo jamás creí en eso. Jamás hice el muertito en el mar de los sargazos de las voluntades, quebradas o roídas. ¿Por qué? Porque siempre creí que en el país de las cabezas gachas había que mirar lo más lejos que se pudiera. Porque viendo a las hormigas a uno le dan ganas de volar. Porque hay belleza en la rebeldía y una flácida fealdad en el conformismo.
Porque, en fin, siendo un viejo creyente del agnosticismo siempre he pensado que Jesucristo fue un hombre revoltoso asesinado por el orden imperante. Y que sin la rebeldía de Cáceres habríamos detenido nuestra historia en el mísero Iglesias. Y que sin la rebeldía de De Gaulle los franceses habrían tenido que arrastrarse junto a Petain, ese gran derechista pro nazi.
 Mi generación ha fracasado. Pudimos tener a un refundador del país y construimos a García. Pudimos tener a un inconforme consagrado por las multitudes, a alguien que estuviese más impulsado por el amor que por el odio, pero nos detuvimos en Robespierre y en sus encarnaciones criollas.
 Pudimos tener un país y lo que permitimos fue un mall. Ahora la pelota está en el tejado de los jóvenes. De ellos dependerá que este país cambie de verdad.
 Hace como mil años que vivimos hablando en voz baja, consintiendo.
Hablamos bajito cuando los incas podían desollarte. Y más bajito cuando los españoles te podían trocear. Y todavía con murmullos cuando fuimos libres de boca para afuera pero súbditos de los sucesivos caudillos que creían que el Estado era un bien raíz y una chacra para los amigotes. Así fuimos haciendo esta gran Aracataca. Macondo hicimos.
 Pensar era –y es– una anomalía. Disentir, una provocación. Rebelarse, una extensión de la locura. En un país dominado por la injusticia hablar de la injusticia te podía costar El Frontón. Y luchar contra ella, la vida.
 Frente a un Túpac Amaru hubo cien Piérolas creando sus propios califatos. Porque el miedo a la libertad no es solo el título de un libro de Fromm. Es la consigna que la derecha le ha impuesto al Perú. Está en su escudo desarmado y en sus genes vendedores mayoristas de su propio país.
 Todos roban –te dicen–. Y eso es casi una invitación a robar. Porque si todos roban, ya nadie roba.
 –Aquí no hay castigos ni recompensas, todo se olvida– te muelen repitiéndolo. Y eso es otra incitación a la impunidad.
 Lo criollo es también esta salsa espesa de quietud egoísta. Las verdaderas tradiciones peruanas no son las de Ricardo Palma: son decir sí y estar en la foto.
 ¿Exigir cambios? Eso es –dicen los que cortan el jamón y los idiotas de sus services– de chavistas, rojos, perfeccionistas, amargados y renegones. En el Perú la ira de los pobres se combate con misas o balazos y hay un estoico agazapado en cada futuro, detrás de la maleza de los días. Y cuando estemos lo suficientemente ablandados, vendrá el tiro de gracia. Y cuando venga el tiro de gracia, cuando ya no pienses sino en ti mismo y bailes solo en la loseta ínfima que te asignaron, ese será el día final de tu hechura: serás uno de ellos. Hablarás como ellos, maldecirás como ellos, venderás como ellos. Y, sobre todo, harás lo que ellos: negar al otro y sólo reconocerte entre los tuyos.
 Que los jóvenes aprendan la lección. Nada cambiará si no matamos la resignación.
Porque la democracia no consiste en votar de vez en cuando. Consiste en ejercer la libertad a cada rato.
 Los esclavos no aman la libertad –esa es una mentira altruista–. Solo los libres pueden amar la libertad y defenderla.
 La mansedumbre no es madurez sino derrota. El aguante es la amnistía crónica. La docilidad es lo que se les exigía a los negros carabalíes embarcados a la fuerza en el puerto de Macao. La libertad no mata. La paciencia es una mentira teologal que contradice a Cristo y que Cipriani aplica en cada hostia. Cristo fue impaciente. La vida es una ráfaga impaciente.
Los peruanos no nacimos un día en el que Dios estuvo enfermo, como decía Vallejo de sí mismo. Naceremos el día en que sepamos apreciar el vértigo creador de la palabra desacato. El desacato no es el caos. Caos es lo que vendrá cuando las presiones sociales, contenidas por el plomo y la mentira, revienten otra vez.
 Y ahora sería un magnífico desacato, un descomunal acto de rebelión democrática o dejarse engatusar por quienes quieren, en el colmo de la indignidad, que premiemos a la hija de un ladrón y asesino –ladrona ella misma al gozar del dinero robado– con la presidencia de la República.
Y todo por cerrarle el camino a un señor que quiere cambiar algunas cosas. Solo algunas cosas. Un señor al que la experiencia ha moderado y que se ha comprometido a no hacer experimentos anacrónicos. Pero que sí quiere que las mineras paguen lo que deben, que los impuestos sean más directos, que los viejos estén menos desamparados, que haya menos hambre y que la pobreza rural se atenúe todo lo que se pueda sin desbaratar la economía. Y que quiere también que el gas peruano abastezca primero a los peruanos y que los grandes proyectos de exploración y explotación de la minería y del petróleo se concilien con los intereses nativos y las normas ambientales que no se están cumpliendo.
 La derecha quiere volver a demostrarnos que siempre gana. Presentó cuatro candidatos –cuatro variaciones de la misma melodía: Castañeda, Toledo, PPK y K. Fujimori– y los cuatro perdieron. Ganó un hombre gris que propuso algunos cambios. Y lo peor: sale la primera encuesta pos primera vuelta y el hombre sin demasiados atributos ¡sigue ganando! Y sigue ganando porque Lima, este espanto, no es el Perú. Porque el gobierno de Las Casuarinas está en crisis. Porque el modelo García, una combinación de Caco con Friedman, drena sanguaza.
 Entonces, la derecha propone liquidar, de una vez y para siempre, esta pesadilla que aturde al dólar, baja las acciones, hace chorrear el rímel. Para eso están su tele, su radio, sus periódicos. Y se deciden por lo previsible: la campaña del terror.
Solo el terror podrá salvarlos. Porque saben que su prontuariada candidata es impresentable aun para 75 por ciento de peruanos.
 Lo único que cabe, entonces, es bombardear al incómodo reformista con todos los B-52 de la calumnia, el rumor, la mugre, la idiotez que los cándidos pueden propagar. El propósito es el homicidio político del hombre que propone algunos cambios. Y los muertos no pueden ganar elecciones.
Hablan de intromisión extranjera los que quisieran anexarse a los Estados Unidos o al Chile potente que sus tatarabuelos dejaron entrar con su cobardía y su desunión. Denuncian que la libertad de prensa peligra quienes despiden a periodistas que se niegan a sumarse al lodo de la campaña contra Humala. Y advierten que el empleo está amenazado quienes han creado la mayor cantidad imaginable de empleos basura y services explotadoras.
 Y a todo esto le llaman “elecciones democráticas”. A ensuciar la inmundicia le llaman “debate”. Y no tienen problema alguno bancando a una candidata indecente. Ellos representan la vieja indecencia de las encomiendas, las ladronas leyes de consolidación, el festín del guano. La señora K. Fujimori les cae como anillo al dedo.
 -----------
Tomado del semanario Hildebrandt en sus trece  y reproducido en el diario LA REPUBLICA, ed. 1 mayo 2011