PPK será el
próximo presidente del Perú, un lobbysta representante de la derecha neoliberal
que llega al gobierno gracias al voto anti fujimorista, gran parte del cual
proviene del electorado que voto por la izquierda, una izquierda que lo voto,
sin negociaciones, sin acuerdos, más bien con la promesa de una oposición consistente, solo en defensa de la patria
ante la amenaza autoritaria.
¿Podría un
gobierno de derecha traer algo positivo para el país? Teóricamente podría
existir una derecha moderna y racional, que sin traicionar su ideología
económica, realice cambios importantes en la situación actual de nuestro país
mejorando sustancialmente la calidad de vida de los ciudadanos; esto, sin ser
una revolución social o una reversión del capitalismo, significaría un
potencial de desarrollo para nuestra sociedad.
Realmente sería
un notable esfuerzo realizar algunas reformas del Estado tan necesarias que se
convierten en sentido común, trascendiendo las ideologías; como ampliar la base
tributaria, ejercer la autoridad necesaria para ejecutar los cobros de las
deudas tributarias, hacer una efectiva reforma del sistema judicial y policial
para combatir la delincuencia común y el crimen organizado eficientemente, efectivizar
una reforma del transporte urbano para dar solución al caos vehicular en Lima,
mejorar sustantivamente los servicios de salud del Estado, realizar inversiones
importantes en el sector educación y lograr la reforma de la curricula
educativa; son solo algunas de las más importantes, que harían que la imagen de
este gobierno tuviera un aurea positiva.
Pero ese es
un escenario utópico, nuestra derecha
sigue siendo cavernaria e irracional, la única meta que se proponen es lograr
que las empresas logren el mayor beneficio económico con el menor costo de
inversión, sin considerar el costo social; si conceden algunos beneficios y
reformas, es solo con la condición de acallar algunas protestas y cuando
necesitan ganar los votos de algún sector.
El
escenario político actual es que, con la mayoría fujimorista en el congreso, a
pesar de que la fauna congresal de los fujimoristas dista mucho de ser
cohesionada y leal, empezando por el propio hermano de Keiko, que busca sus
propios intereses políticos, aun así PPK necesitara hacer negociaciones con
ellos, tanto públicas como bajo la mesa,
para sacar adelante sus proyectos, esto es evidente desde que ambos partidos
tienen mucho más en común que sus diferencias, ya otros sectores de la derecha
como apristas y nacionalistas han ofrecido su apoyo para ejercer presión sobre
los fujimoristas,
A pesar que
PPK reconoce que su triunfo lo debe en gran parte a los votos provenientes de
la izquierda, léase FA, habrá muy poca disposición para hacer negociaciones con
ellos, ni tan solo que se le vea en un público acercamiento, la fuerza de la
izquierda es una imagen que desean borrar del escenario político lo antes
posible.
Por el lado
del Frente Amplio, ellos han ganado por si solos, por primera vez después de
muchas décadas, una respetable fuerza electoral, y una imagen política propia
en el escenario nacional, convertirse en la principal fuerza de oposición al
nuevo gobierno, desdibujando la falsa oposición que figuradamente podría hacer
el fujimorismo, es una meta de sentido común.
Ningún
ofrecimiento de puestos públicos o concertaciones políticas puede ser aceptado
en estos momentos por el FA sin perder su
personalidad opositora que es la garantía de un futuro político tanto para el
2016 como para las elecciones municipales y regionales más próximas.
Estamos
conscientes que hay todavía mucho trabajo por hacer no solo en el sentido de
expandir la influencia política del FA en todo el territorio nacional, sino en el mismo frente interno, consolidado
y cohesionando la organización, haciéndola más fuerte para afrontar los retos
que se aproximan.
Nos toca
hoy dar una lección de honestidad y valentía frente a toda la gama
delincuencial que usurpa la política peruana, el rescate de los valores
ciudadanos y de la persona humana en una sociedad que mire hacia el futuro.
Es una
pesada responsabilidad que cae sobre los hombros del FA y de Verónica Mendoza
en particular, no dejemos escapar esta
oportunidad de cambiar la historia del país, como nos ha sucedido
repetidamente en el pasado, es un reto que debemos enfrentar juntos todos los
ciudadanos conscientes de nuestro deber patriótico; el Frente Amplio no es solo
para los izquierdistas, ni para los del sur, ni para los del norte, ni para
costeños ni para serranos, ni para ateos ni para cristianos, somos la
representación de todo un país en busca de una vida mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario