El FA no
puede dividirse, porque para poder dividirse primero tendría que haber sido una
unidad, y nunca lo fue, el FA nace como un acuerdo entre varias organizaciones
con una finalidad electoral, este fin ha sido alcanzado con relativo éxito, este FA ha cumplido su ciclo, es hora
de seguir adelante.
Ahora
necesitamos una organización que abra sus puertas para que el pueblo se integre
a sus filas, para consolidar y expandir el espacio ganado con las últimas
elecciones, una nueva organización construida desde sus bases para cumplir esta
nueva misión, esta puede llamarse FA o puede adoptar otro nombre que considere
conveniente, puede convocar a los mismos que la iniciaron o puede captar
diferentes opciones, pero definitivamente es otro tipo de organización el que
se necesita para la tarea que iniciamos hoy.
Para esta
tarea el país no necesita más dirigentes, tenemos toda una triste historia
plagada de dirigentes que se dedicaron a crear sus
propios espacios para para provecho personal, hoy necesitamos líderes, no más
dirigentes que le digan a la gente que hacer, sino líderes que consigan
representar lo que la gente desea de ellos y que enseñen con el ejemplo.
El congreso
del FA que se avecina tiene difíciles decisiones que tomar, y el país está con
los ojos puestos en ellos porque han abierto una esperanza en la lucha contra
la corrupción y la consolidación de la democracia tan duramente ganada durante
años de lucha.
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