lunes, 25 de julio de 2016

EL FRENTE AMPLIO Y TIERRA Y LIBERTAD



Soy de la opinión que este debate debió haberse dado en forma interna, de manera confidencial, entre los principales dirigentes del FA; pero la discusión ya ha trascendido los límites de la organización y actualmente los medios están interviniendo y opinando al respecto, con el consecuente daño que ello significa para la  imagen política de nuestra organización.
La situación es la siguiente, debido a la improvisación de última hora, las alianzas que conformaron el FA no tenían el tiempo suficiente para recolectar las firmas necesarias para su inscripción electoral, en este contexto Tierra y Libertad ofreció su inscripción electoral, ya lograda con anticipación, para que la alianza pueda participar, para lo cual simplemente presento ante el JNE una solicitud de sus representantes legales para cambiar el nombre de la organización TyL a Frente Amplio.
Después de terminado el proceso electoral, y debido al éxito político obtenido a nivel nacional, se hace necesario abrir el FA hacia todos aquellos que participaron y apoyaron la campaña con la finalidad de consolidar el espacio conquistado y comenzar a crecer con miras a los próximos procesos eleccionarios, sin embargo ahora los representantes legales ante el JNE del FA (ex TyL) se niegan a abrir la inscripción de nuevos militantes y que se pueda elegir nueva dirigencia, bajo el reclamo que ellos prestaron “su casa” a los invitados pero no van a permitir que estos se apoderen de ella.
A los militantes de TyL se les ha explicado que no dejaran que la organización se diluya en el FA y perder los objetivos ecologistas que han sido siempre su rango distintivo, y puesto que el FA y TyL son proyectos diferentes, ellos defienden su espacio político impidiendo el ingreso de personas ajenas a su proyecto, cerrando la inscripción de nuevos miembros.
El punto es que si realmente lo que algunos quieren es rescatar el espacio de TyL están en pleno derecho de hacerlo, no creo que nadie les haya planteado que disuelvan su organización para integrarse al FA, TyL seguirá existiendo y actuando como una organización independiente, el que este dentro o fuera del FA no tiene mayor relevancia.
Si la preocupación es que si para continuar su trabajo político, necesitan el registro electoral que voluntariamente ofrecieron para la campaña presidencial del FA, el procedimiento es muy sencillo, al igual que hicieron inicialmente, basta con presentar un documento al JNE solicitando nuevamente el cambio de nombre de FA a TyL.
Cualquiera de las dos opciones son plenamente válidas y respetables, el FA necesita refundarse y adquirir una estructura propia que le sirva para consolidarse en el espectro social y crecer políticamente para participar en las elecciones que se aproximan; la recolección de firmas no será un grave problema después del éxito obtenido con la esperanza descubierta y el tiempo suficiente para lograrlo.
El problema sale a relucir si, alguna gente de TyL, bajo el argumento de defender “su casa” pretenden quedarse con la denominación legal del Frente Amplio, para aprovechar la performance  electoral alcanzada, y no permitir que los aliados participen en la dirección de la organización, tomando para sí mismos el poder de decisión dentro de la misma.
Este tipo de acciones que se puede calificar como una “criollada”, más bien típica de los viejos zorros de la política de los 70’s, y no concuerda con el espíritu humilde y solidario de la juventud que actualmente está construyendo este nuevo proyecto, esta nueva izquierda, amplia, madura, moderna, que nuestra patria está reclamando.
En vez de la historia de “la casa prestada” podríamos hacer la analogía con una cuenta bancaria, la cual yo voluntariamente presto para que alguien de mi confianza realice sus transacciones a través de ella, pero en cuanto ha recibido una cantidad de depósitos le digo, la cuenta es mía así que el dinero que está depositado me pertenece; viveza criolla… ¿no?

No hay forma de justificar actitudes infraternas como esta, el FA está atravesando  una etapa crucial, es el tiempo de construir y consolidar estructuras que garanticen el crecimiento ordenado, con metas claras en tiempo y objetivos, para esta nueva organización naciente; el Perú lo reclama y no deben defraudar las esperanzas surgidas, hay que tomar decisiones y tomarlas ahora, ya que para mañana la oportunidad se habrá perdido.  

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