Kuczynski llego a la presidencia con
una mínima diferencia de votos, la mayoría de votos prestados de la oposición a
Keiko, apenas un par de semanas después de asumir el poder podemos decir que se
ha ganado por mismo casi un 70% de
aprobación de la población.
Diferentes gestos que han mostrado
su rostro humano y conciliador le han ganado la confianza popular
identificándose más con el pueblo y alejándose de la imagen de tecnócrata que
venía arrastrando durante la campaña.
¿Es realmente PPK presidente un
gobernante popular y gentil como quiere demostrar? ¿Qué podemos esperar y que
no, de su gobierno?
Kuckzynski es y será siempre un
lobbysta financiero, genuino representante de la derecha política; pero no todo
gobierno de derechas tiene que ser impopular y negativo para el desarrollo del
país.
Obviamente no podemos esperar de PPK
una revolución social, ni siquiera un gobierno progresista, su posición será
siempre en defensa de la gran empresa, y en contra del sector laboral, esto
será siempre el punto de lucha contra el gobierno; pero aún hay obras que
pueden lograr que su gobierno pueda ser considerado positivo para el desarrollo
del país.
Una acción contundente contra la
corrupción en los diferentes niveles del aparato del Estado, especialmente en
cuanto a las normas para adquisiciones y otorgamiento de las buena pro de las
obras, una reforma radical en el sistema
judicial que garantice una real justicia, un programa enérgico para
contrarrestar la delincuencia, una reorganización eficaz del sistema de
transporte público en Lima, son cosas que bien pueden ser desarrolladas por
este gobierno sin contrariar sus opciones ideológicas.
Estos primeras semanas PPK ha
logrado con sus gestos acercarse a la población e identificarse con el
ciudadano común, está haciendo esfuerzos considerables por obtener una base de
apoyo en la calle, teniendo en consideración la fuerte oposición que enfrenta
en el congreso; es tiempo para el Frente Amplio no solo de oponerse a las
iniciativas desastrosas de este gobierno o de mostrar publico apoyo al mismo,
sino de empujar al novato presidente a tomar las iniciativas más provechosas
tomando ventaja de su necesidad de apoyo social.
¿Un gobierno de derechas que sea
positivo para el país? No es utopía política, pero tampoco será una tarea
fácil, existen circunstancias que podrían llevarnos a lograrlo, pero dependerá
de los futuros movimientos de los actores políticos y del afán que ponga el FA en este asunto.