Se desencadeno todo un escándalo mediático a
raíz de la negativa de Tierra y Libertad de abrir los padrones de inscripción a
la multitud de personas, que a raíz del relativo triunfo del Frente Amplio en
las últimas elecciones, desean sumarse al esfuerzo de construcción de esta
nueva identidad.
Posteriormente se agrava la crisis con la
separación de Marisa Glave, Pedro Franke e Irma Pfluker como representantes de
TyL en el FA; acusados de no seguir las directrices que acuerda TyL.
Marco Arana y sus adeptos reclaman que los
advenedizos quieren apoderarse de su organización y cambiar la correlación de
fuerzas para sacarlos de la dirección, además que ellos son los propietarios de
la inscripción legal y son fundadores del FA y tienen derecho a decidir que se hace
dentro del FA.
Por último los defensores de TyL prefieren que
el FA continúe siendo un frente de partidos porque así se minimiza el peligro
de que caudillos personalistas traten de hacerse dueños de la organización.
Analizando los hechos tenemos que darle algo de
razón a Arana, TyL impulso la creación del FA como fachada para las elecciones
del 2016, incluso cedió su inscripción legal ante el JNE para que el FA pudiera
participar, pues como los acuerdos se tomaron a última hora, no había tiempo de
recolectar las firmas necesarias para su inscripción, la inscripción de TyL
cambio su nombre legal por el de FA, pero los representantes legales de la
organización siguen siendo solo los de TyL;
nunca imaginaron el éxito que esta fachada pudo obtener, ¡más de tres
millones de votos a nivel nacional!, y
veinte congresistas al parlamento, entonces es comprensible el temor que les
abruma hoy, pueden perder la supremacía que tienen en el control del FA, dada
la avalancha de simpatizantes que buscan organizarse bajo su bandera.
Pero a la luz de los mismos hechos podemos
decirle a Arana que deje de temer, TyL es una organización muy diferente del
FA, él y los demás dirigentes de TyL tienen el pleno derecho de decidir los
temas dentro de su organización, la inscripción electoral que tienen ante el
JNE es muy fácil de recuperar, pues tienen la representación legal, no hay
ningún temor dentro del FA de salir a recoger firmas para su propia
inscripción, es más bien una necesidad perentoria, el tema es que no pueden
seguir jugando a ser TyL y ser el FA al mismo tiempo, los militantes de TyL
tienen una agenda y un ideario muy concreto por el que han venido trabajando
durante años, no merecen ser defraudados.
Es cierto que Arana y TyL impulsaron la
creación del FA, congratulaciones a ellos por esto, más el FA que ellos
ayudaron a crear, ya no es más la fachada electoral con la cual nació, el FA ha
crecido exponencialmente y se ha convertido en mucho más que la suma de todas
las organizaciones que la componen, se ha convertido en la materialización de
una esperanza de justicia y honestidad para una gran parte del país.
El FA necesita en estos momentos dar el
siguiente paso, necesita consolidarse como organización independiente, instalar
sus comités a lo largo del territorio nacional, inscribir a sus miembros y
empezar la campaña hacia las próximas
elecciones; para ello es fundamental la realización del congreso, no poner límites a la inscripción, si existen 100
comités del FA en una sola localidad, bienvenidos sean, siempre que provean sus
planillones de afiliados, cuantos más comités se inscriban significa más
personas apoyando el proyecto y más aportantes, porque el proyecto del FA está actualmente
en construcción, y son todas esas personas quienes lo están construyendo.
Si no logran resolverse las contradicciones con
TyL acerca del uso del nombre FA, todos sabemos que el nombre, si bien ha
ganado una posición en el espectro político actual, carece de valor sin el
contenido que le dan sus actores principales; la gente común, la gente que nos
importa, estará siempre tras Verónica Mendoza, Marisa Glave, Indira Huilca,
Pedro Franke, Irma Pflucker, cualquiera que sea el nombre de la organización
que dirijan, porque reconoce en ellos el esfuerzo de su trabajo y la verdad
dicha sin atajos.
El FA tiene que convertirse en la organización
de todos sus integrantes, más allá de las dirigencias de pequeñas
organizaciones que se sumen al esfuerzo, nadie va pedir que las organizaciones
se disuelvan al interior del FA, estas organizaciones seguirán participando
dentro del FA porque sus militantes pertenecen al FA, pero no son las
dirigencias de estas las que tomaran decisiones, si algo ha calado en la moral política
del FA es que sus decisiones se toman por voto abierto de sus militantes, una
enseñanza al país de lo que es la democracia plena.
Los partidos y organizaciones tendrán influencia
dentro del FA en cuanto sus militantes participen al interior y puedan defender
las propuestas que hayan acordado previamente en sus respectivas instancias,
pero sin mandato de sus organizaciones, pues dentro del FA son miembros
individuales como cualquier otro, las instancias de su partido funcionan dentro
de los mismos, mas no para el FA.
El FA, más allá del nombre mismo, más bien como
organización, particularmente como la representación de un conjunto de ideales,
que significan la honestidad, la energía de la juventud, el afán por la
justicia social y su identificación con la problemática del ciudadano de a pie,
se ha convertido en el símbolo de una esperanza en el futuro del país; millones
de personas desde los más alejados puntos de nuestro Perú, están apostando por
esta oportunidad; no podemos permitir que un problema de caudillismos internos,
rezagos de un pasado vergonzante en la izquierda nacional, pueda defraudar esta
esperanza que está creciendo en nuestra patria.
El Frente Amplio va con todos, va con fuerza y
vamos juntos por más ¡siempre!
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