Ha sido un par de
semanas intensas en la política peruana, la amenaza de censura a la ministra de
educación, el pedido de la moción de confianza para el gabinete en el congreso,
el rechazo de dicha cuestión, la conformación apresurada de un nuevo gabinete
ministerial, la investigación fiscal a Marcelo Odebrecht sobre los pagos a
Keiko Fujimori, el audio que devela la peor faceta de la ex candidata
presidencial bloqueando un proyecto hidroeléctrico por un cálculo político en
su provecho; nadie sospechaba como iba a desarrollarse este escenario.
Muchos suponían que la
cuestión de confianza que planteo este
gobierno, significaba el final del sometimiento del ejecutivo a los constantes
abusos de poder de la mayoría fujimorista en el congreso, y que por fin iban a
enfrentarlos, no dejándose manipular por los ardides de la frustrada ex
candidata; pero no, eso no sucedió.
Sacrificaron a Zavala
supuestamente para blindar a los siguientes ministros, que no puedan más ser
objeto de censuras, pero en lugar de reforzar su gabinete y hacer frente a la
amenaza naranja, decidió retroceder una vez más y concederles a los apristas,
sus aliados de fechorías, varios puestos en el consejo de ministros y muy
especialmente la presidencia del mismo, ¿o no recuerdan que Mercedes Araoz fue
ministra de Alan García, precisamente durante el Baguazo?
No se trata solo de
nombres, se trata de retrocesos en la política educativa, cediendo poder a los
evangelistas de #conmishijosnotemetas, arriesgando la política de salud y dando
carta blanca a través del nuevo ministro de justicia para que se ejecute la
liberación de Alberto Fujimori; no por casualidad los voceros del fujimorismo
se han mostrado tan complacientes con el nuevo gabinete, felicitando al
gobierno por su decisión y asegurando su voto de confianza, es que todo esto
fue ya negociado,
No podíamos esperar
grandes cosas de PPK, pero un poco de dignidad por lo menos, ya que como
presidente de la republica nos está representado a todos nosotros, el camino
que está siguiendo lo llevara rápidamente a la vacancia presidencial, tal como
lo está cocinando la ex candidata.
La vacancia
presidencial la declararía el congreso por causal de incapacidad mental y asumiría
la presidencia el primer vicepresidente, siendo el presidente del congreso
encargado de convocar a nuevas elecciones.
Tal como lo afirme
anteriormente, Keiko juega contra el tiempo, y este acelera cada vez más, tiene
que adelantarse a la investigación de Odebrecht, tiene que evitar que su base
social se siga desmoronando con sus luchas internas, tiene que adelantarse al
fortalecimiento de Verónica Mendoza, su más cercana contrincante, tiene que
consolidar su grupo duro dentro del partido ya que sin una ideología concreta
ellos juegan a ganador.
¿Estará la izquierda
preparada para enfrentar el reto antes del 2021?
Por el lado de la
derecha los del partido morado vienen haciendo un buen trabajo mediático,
aunque no logra aun sentar una base social, probablemente en un periodo
electoral logre conseguir algunos buenos auspiciadores que lo conviertan en el
siguiente outsider; Acción Popular, por
su lado, también puede correr por otra oportunidad, aunque dudo mucho que con
el mismo candidato, el Apra suponemos que tendrá la decencia de no presentarse;
¿fabricaran los poderes económicos, en el entretanto, algún otro outsider? No lo
descartemos, ellos nunca apuestan a un solo corredor, juegan varias opciones para
encontrar la más conveniente.
¿Cuál será el destino
de nuestra patria en este caos político?
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