Siempre hablamos de la corrupción
como un mal endémico de las sociedades humanas, algunos gobiernos, en algunos países
la tienen mejor controlada que en otros, sin embargo, en los últimos años, especialmente
en el área latinoamericana, esta se ha propagado exponencialmente, llegando a
cubrir las mas altas esferas de las instituciones del Estado.
¿Cuál es la formula
para detener esta expansión indiscriminada?
Lord Acton en 1887 escribió
su sentencia: “el poder tiende a corromper, y el poder absoluto corrompe
absolutamente” la cual describe apropiadamente el fenómeno de la corrupción hasta
nuestros tiempos.
No estamos hablando
solamente de reyes, presidentes o dictadores; toda vez que una decisión controversial
esta en manos de un solo individuo hay una alta probabilidad de que sea tentado
por los poderes facticos y su decisión se vea sesgada a favor del mejor postor.
Hablamos de las
decisiones que se toman desde el ente básico de la sociedad, al interior de las
familias, pasando por las autoridades locales, las asociaciones barriales, los
centros laborales, cada funcionario del servicio público; en todas partes donde
se toman decisiones importantes dentro de su ámbito.
Prevenir el abuso de este poder otorgado en
cada nivel, pasa por colectivizar las decisiones, no permitir que una sola
persona tenga esa responsabilidad; por supuesto a mayor responsabilidad de la decisión
a ser tomada, mayor participación de quienes deben tomarla; si un juzgado distrital
puede conformarse con dos letrados, uno provincial tendrá tres, la corte superior
cinco y la corte suprema siete, por poner un ejemplo.
Pero el sistema debe reproducirse
a todo nivel, no solo en el ámbito judicial, los funcionarios de los
ministerios, y todos aquellos responsables dentro de las instituciones públicas.
Por razones obvias será
mas dificultoso corromper a dos funcionarios para que tomen una decisión, que a
solo uno; o a tres o a cinco, según el nivel en que se este trabajando; no
decimos que esto eliminará la corrupción, siempre habrá posibilidades por donde
pueden atacar el sistema, pero el objetivo es hacerlo mucho mas dificultoso, reducir
al mínimo posible su incidencia; cortar las opciones más fáciles para los
mafiosos.
Resulta obvio que a la
par de estas medidas necesitamos reforzar los procesos judiciales y los
aparatos policiales de investigación, para hacer caer con todo el peso de la
ley a los infractores, con prisión efectiva, muerte civil, y pago coactivo de
las reparaciones correspondientes; como medio previsión a los que estén
tentados a delinquir.
Colectivizar, es la
palabra clave, cuantas mas personas estén implicadas en una decisión, más
complicado será que caigan en manos de la corrupción; lógico, debemos pensar también
en la versatilidad del sistema, tener una gran cantidad de personas para que se
pongan de acuerdo en una decisión simple, no hará mas que burocratizar el
sistema, cada nivel de decisiones debe tener una cantidad sencilla que se responsabilice
de estas, no muy pocas, ni tampoco muchas, hay un raciocinio discrecional que
debe dirigir el constructo.
Tenemos que empezar a crear
soluciones, no podemos permitir que nuestro país se hunda bajo las garras de
una mafia que cree que todo lo puede comprar, y lo que no, se pone abasto para
destruirlo; aun hay fuerzas vivas en nuestra nación que hay que rescatar y
poner en valor para repensar el Perú.
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