DEMOCRACIA SECUESTRADA

La democracia en teoría es una sola, el gobierno del pueblo, gobierno ciudadano, la diversidad de formas en que se da la democracia, provienen de como esta es aplicada, así escuchamos los diferentes apellidos que se le asignan, democracia presidencialista, cuando se le da el mayor poder al presidente, parlamentarista, cuando el mayor poder lo tiene el congreso, representativa, cuando se elige a quienes van a representar los intereses ciudadanos, delegativa, cuando se delega el poder de decisión en los elegidos, directa, cuando los ciudadanos ejercen el poder directamente, plebiscitaria, cuando se consulta a los ciudadanos las decisiones a tomar.

Teniendo en cuenta las circunstancias que vive el país actualmente, podríamos decir que vivimos en una democracia secuestrada, tenemos un presidente accesitario, sin una organización política que le surta de base social, sin una bancada parlamentaria que sustente sus posiciones en el congreso, un congreso con una mayoría abrumadora que obstruye cualquier iniciativa del ejecutivo y trata de avasallarlo por todos los medios, un congreso con muchos de sus miembros comprometidos en graves acusaciones de corrupción, un gobierno con divisiones internas sin los recursos necesarios para poner soluciones a los grandes problemas del país.

Vizcarra tratando de cerrar el congreso, aun a costa de su propio puesto, mientras los congresistas tratan de reunir los votos necesarios para vacarlo; mientras el país se debate en una crisis, con poblaciones enteras levantadas contra los contratos mineros, la delincuencia callejera incrementada por la inmigración venezolana, el transito en Lima completamente desbocado y ningún plan se desarrolla para enfrentar estas emergencias.

Vizcarra sabe que solo convirtiéndose en abanderado de la lucha anticorrupción podrá mantener el apoyo ciudadano, que es lo único que lo sostiene en el poder, así que su confrontación con el congreso se convierte en un proyecto prioritario para él; lo que no lo convierte, de ningún modo, en un progresista liberal, ni nada parecido, así lo demuestran las medidas anti laborales y su apoyo a la estructura económica neoliberal; es solo un sujeto puesto en la encrucijada y que hace lo necesario para sobrevivir en el infierno político que se ha desatado en el Perú.

Mantener más tiempo este caos político en que está sumergido el país solo sirve para proteger a los corruptos tanto en el poder político, como en el judicial; es por eso que el adelanto de elecciones, aun en las condiciones desventajosas que se darían, es un paso adelante, que destronaría a la mafia aprofujimorista de su cubículo de poder y es algo que todos debemos apoyar.

Los escándalos de Odebrecht y los cuellos blancos, así como la rencorosa actitud de Keiko después de perder las elecciones, han desencadenado esta crisis política, que, viéndolo desde otra óptica podemos acometerlo como una oportunidad, una nueva oportunidad para empezar a cambiar nuestra patria en el sentido que siempre hemos ambicionado.