Desde la aparición de
sendero luminoso, y con la activación de los procedimientos psicosociales desde
el SIN dirigido por Montesinos, el fantasma del terrorismo se ha expandido al
interior de las mentes de nuestros ciudadanos; a tal punto que la sola mención
de la palabra desata una reacción instintiva de rechazo e indignación.
Ha sido un exitoso
trabajo de satanización el que realizo este siniestro personaje, con apoyo de
los medios, que el controlaba, y con todos los instrumentos que el Estado le
proporcionaba, el sanbenito fue colocado sobre las cabezas de todo aquel que se
atreviera a cuestionar el accionar del gobierno; ¿pero por qué una vez caído el
salvaje y corrupto gobierno de Fujimori nadie se aplicó en corregir este sistema?
La respuesta es sencilla, porque los subsiguientes gobernantes aprovecharon la
conveniencia de usar este fantasma para azuzar a la gente contra sus
contrincantes políticos más peligrosos, y porque las fuerzas armadas aprovechan
también de este fantasma para seguir usufructuando fondos.
Pero vayamos al fondo del asunto, pensemos
como personas con raciocinio; empecemos por ensayar una definición y luego
iremos tratando de explicar sus partes para llegar a un consenso inteligente,
veamos:
Terrorista – Dícese de
la persona que pertenece a una organización terrorista.
Es que si no perteneces
a una organización no puedes ser un terrorista, ejemplo: una persona que pone
una bomba en un lugar público, coge un arma y comienza a disparar a un grupo de
gente o toma rehenes y los asesina, aunque reivindique razones políticas o
sociales, no es un terrorista, es simplemente un enfermo mental, un psicópata,
una persona no tiene ninguna posibilidad de ser escuchado o lograr un cambio
social, por tanto, solo un demente tomaría acciones como esas.
Organización
Terrorista- Dícese de aquella organización que ejerce sistemáticamente la
fuerza o la violencia cruel contra determinado grupo de personas para causar
terror y alcanzar objetivos políticos o pecuniarios.
Se dice
sistemáticamente porque si una persona o un pequeño grupo perteneciente a una organización
comete un acto de terrorismo, no sirve para calificar a toda la organización
como terrorista, basta con que esta deslinde con dichos actos y ponga a
disposición de la justicia a los actores; pero cuando esta respalda, directa o
indirectamente, dichos hechos, o los alienta o los promueve, la calificación está
dada.
Se dice violencia cruel
porque hay un tipo de violencia organizada que no puede ser calificada de
terrorismo, como es la violencia ejercida por las fuerzas armadas del Estado
para imponer la ley, mientras respete la misma ley que defiende y los derechos
humanos inherentes a toda persona, de lo contrario califica como terrorismo de
estado; así también la violencia ejercida por grupos armados para derrocar un
gobierno, la cual puede ser calificada como subversión, una acción fuera de la
ley, pero no se convierte en terrorismo mientras no sea ejercida con crueldad y
sin respeto a las leyes de guerra, las muertes en combate abierto, de uno u
otro bando, no pueden ponerse al mismo nivel que el asesinato a sangre fría de
gente desarmada; del mismo modo que un grupo que se manifieste públicamente en
desobediencia civil contra un gobierno, no lo convierte en terrorista, ni en subversivo,
están fuera de la ley, pero su delito es de rebelión.
De otro lado, no solo
existe el terrorismo político, lo vemos también en los grupos del crimen
organizado, las bandas o mafias de criminales, que someten bajo el terror de su
violencia a la población para tomar control de ciertos espacios y ejercer sus ilícitos
negocios, sean estos drogas, prostitución, secuestros, chantaje, lavado de
activos, etc.
Pertenecer a una organización
terrorista, no es lo mismo que ser un terrorista, cuando una organización es lo
suficiente amplia van existir militantes y simpatizantes que no están de
acuerdo con ciertas acciones o incluso desconocen los planes de esta, también están
los que nunca participaron, ni directa ni indirectamente de acciones terroristas,
son personas fuera de la ley, punibles de acción penal, pero de distinto rango
que los mismos terroristas.
Por supuesto terrorista
no es solo el que asesina, secuestra, tortura y pone bombas, lo es también, por
acción mediata, el que ordena dichos actos, el que alienta o promueve, el que
con conocimiento de dichos planes no hace lo que esta en su poder para evitarlo,
el que sostiene dichos actos con logística y datos de inteligencia.
Si dentro de nuestro
raciocinio, como personas inteligentes, deducimos estas premisas para definir
el terrorismo, en primer lugar, debemos exigir las mismas condenas para todo tipo
de terrorismo, ningún fin justifica como medio el uso del terror; y segundo,
pero no menos importante, dejar atrás las etiquetas fantasmagóricas con las que
los gobiernos tratan de cegarnos para descalificar a toda oposición política.
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