lunes, 13 de noviembre de 2017

ALERTA CONTRA EL TERRORISMO!!


Desde la aparición de sendero luminoso, y con la activación de los procedimientos psicosociales desde el SIN dirigido por Montesinos, el fantasma del terrorismo se ha expandido al interior de las mentes de nuestros ciudadanos; a tal punto que la sola mención de la palabra desata una reacción instintiva de rechazo e indignación.
Ha sido un exitoso trabajo de satanización el que realizo este siniestro personaje, con apoyo de los medios, que el controlaba, y con todos los instrumentos que el Estado le proporcionaba, el sanbenito fue colocado sobre las cabezas de todo aquel que se atreviera a cuestionar el accionar del gobierno; ¿pero por qué una vez caído el salvaje y corrupto gobierno de Fujimori nadie se aplicó en corregir este sistema? La respuesta es sencilla, porque los subsiguientes gobernantes aprovecharon la conveniencia de usar este fantasma para azuzar a la gente contra sus contrincantes políticos más peligrosos, y porque las fuerzas armadas aprovechan también de este fantasma para seguir usufructuando fondos.
 Pero vayamos al fondo del asunto, pensemos como personas con raciocinio; empecemos por ensayar una definición y luego iremos tratando de explicar sus partes para llegar a un consenso inteligente, veamos:
Terrorista – Dícese de la persona que pertenece a una organización terrorista.
Es que si no perteneces a una organización no puedes ser un terrorista, ejemplo: una persona que pone una bomba en un lugar público, coge un arma y comienza a disparar a un grupo de gente o toma rehenes y los asesina, aunque reivindique razones políticas o sociales, no es un terrorista, es simplemente un enfermo mental, un psicópata, una persona no tiene ninguna posibilidad de ser escuchado o lograr un cambio social, por tanto, solo un demente tomaría acciones como esas.
Organización Terrorista- Dícese de aquella organización que ejerce sistemáticamente la fuerza o la violencia cruel contra determinado grupo de personas para causar terror y alcanzar objetivos políticos o pecuniarios.
Se dice sistemáticamente porque si una persona o un pequeño grupo perteneciente a una organización comete un acto de terrorismo, no sirve para calificar a toda la organización como terrorista, basta con que esta deslinde con dichos actos y ponga a disposición de la justicia a los actores; pero cuando esta respalda, directa o indirectamente, dichos hechos, o los alienta o los promueve, la calificación está dada.
Se dice violencia cruel porque hay un tipo de violencia organizada que no puede ser calificada de terrorismo, como es la violencia ejercida por las fuerzas armadas del Estado para imponer la ley, mientras respete la misma ley que defiende y los derechos humanos inherentes a toda persona, de lo contrario califica como terrorismo de estado; así también la violencia ejercida por grupos armados para derrocar un gobierno, la cual puede ser calificada como subversión, una acción fuera de la ley, pero no se convierte en terrorismo mientras no sea ejercida con crueldad y sin respeto a las leyes de guerra, las muertes en combate abierto, de uno u otro bando, no pueden ponerse al mismo nivel que el asesinato a sangre fría de gente desarmada; del mismo modo que un grupo que se manifieste públicamente en desobediencia civil contra un gobierno, no lo convierte en terrorista, ni en subversivo, están fuera de la ley, pero su delito es de rebelión.
De otro lado, no solo existe el terrorismo político, lo vemos también en los grupos del crimen organizado, las bandas o mafias de criminales, que someten bajo el terror de su violencia a la población para tomar control de ciertos espacios y ejercer sus ilícitos negocios, sean estos drogas, prostitución, secuestros, chantaje, lavado de activos, etc.
Pertenecer a una organización terrorista, no es lo mismo que ser un terrorista, cuando una organización es lo suficiente amplia van existir militantes y simpatizantes que no están de acuerdo con ciertas acciones o incluso desconocen los planes de esta, también están los que nunca participaron, ni directa ni indirectamente de acciones terroristas, son personas fuera de la ley, punibles de acción penal, pero de distinto rango que los mismos terroristas.
Por supuesto terrorista no es solo el que asesina, secuestra, tortura y pone bombas, lo es también, por acción mediata, el que ordena dichos actos, el que alienta o promueve, el que con conocimiento de dichos planes no hace lo que esta en su poder para evitarlo, el que sostiene dichos actos con logística y datos de inteligencia.
Si dentro de nuestro raciocinio, como personas inteligentes, deducimos estas premisas para definir el terrorismo, en primer lugar, debemos exigir las mismas condenas para todo tipo de terrorismo, ningún fin justifica como medio el uso del terror; y segundo, pero no menos importante, dejar atrás las etiquetas fantasmagóricas con las que los gobiernos tratan de cegarnos para descalificar a toda oposición política.


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