Se ha anunciado una alianza electoral entre Nuevo Perú,
Juntos por el Perú y Perú Libre, esta alianza se fundamenta en la necesidad de
contar con una representación en el próximo congreso a elegirse en enero próximo,
donde, suponemos, se discutirá la aprobación de importantes reformas políticas para
el país; la altísima valla, impuesta por la extinta mayoría aprofujimorista,
impide que nuevas organizaciones políticas, como Nuevo Perú, puedan alcanzar su
inscripción; esta, por supuesto es una de la reformas que tiene que discutirse
en el nuevo congreso.
Sin embargo, existen otras apreciaciones que deben
tomarse en cuenta, en las contiendas políticas tiene una gran importancia la
imagen que proyectas a tu público, a fin de cuentas, es como trabaja el
marketing, pues en política lo que estas vendiendo es una ideología, o por lo
menos una propuesta específica.
¿Qué imagen, es entonces, la que está proyectando Nuevo
Perú con esta alianza?
Juntos por el Perú es una agrupación política liderada
por Yehude Simon, un personaje que carga con un pasado político nada envidiable,
acusado de pertenecer al MRTA, luego primer ministro del gobierno de Alan García,
acusado de proteger a personajes corruptos y últimamente investigado por el
caso Odebrecht y el codinome “Sipan”; ¿alguna actividad importante que haya
aportado esta agrupación? Mas allá de algunas actividades proselitistas en
Lambayeque (bastión político de su líder) no se conoce más.
Perú Libre, agrupación política liderada por Vladimir Cerrón,
quien ha sido no solo acusado, sino condenado por malversación de fondos, pero más
allá de eso, en sus declaraciones políticas, ha mostrado repetidamente, su carácter
misógino, desvalorando el papel de la mujer, así como homofóbico, denostando
contra el enfoque de género en la educación, machista en cuanto a su apreciación
de las relaciones de pareja y también antisemita, atacando la participación judía
en nuestra sociedad.
Se argumenta que, tanto Yehude Simons como Vladimir Cerrón,
han abdicado de sus cargos dirigenciales en sus respectivas agrupaciones, por tanto,
no tendrían mayor influencia en la alianza, que tampoco existe la intención de
blindarlos frente a las acusaciones que se levantan contra ellos, ni, por
supuesto, defender las ideas que han proclamado; algo así como que, solo
estamos tomando el cascaron de dichas agrupaciones, mas no su contenido.
Pero este argumento es pobremente sustentado; en
primer lugar, porque aunque ambos lideres hayan renunciado a sus agrupaciones,
aquellos que formaron su entorno y defendieron sus ideas no van a renunciar a
ellas simplemente; en segundo lugar, porque aun con el alejamiento de estos líderes,
en el imaginario popular no se borra de la noche a la mañana el enlace entre
ellos y el nombre de sus agrupaciones; en tercer lugar, porque ya Vladimir Cerrón
esta demostrando, con sus declaraciones públicas, que no se va a dejar mantener
aparte de la alianza política y los alegatos desautorizándolo de Nuevo Perú,
caen en descredito y no hacen mas que profundizar la desconfianza.
Tendríamos entonces que evaluar, entre pros y contras,
¿Qué tanto tenemos que sacrificar por obtener unas curules en el congreso?
Como políticos responsables, debemos saber que la representación
parlamentaria es solo una de las herramientas para lograr concretar nuestras
propuestas sociales, no es un fin en si misma, por tanto, somos conscientes que
existen otros medios de legitimar nuestra presencia política.
Es cierto que está abierta la posibilidad para que se
discutan y aprueben importantes reformas políticas en al próximo congreso, pero
hay que considerar algunos puntos: ¿Qué tanta influencia podemos tener en esas decisiones?
¿tenemos un potencial suficiente para obtener una representación significativa?
¿si no hemos construido una legitimidad en sectores importantes de la sociedad,
va a ser suficiente nuestra voz minoritaria en un parlamento?
Una evaluación seria de las fuerzas de esta alianza debería
mostrarnos que resta más de lo que suma; supuestamente Juntos por el Perú
sumaria votos de la región Lambayeque y Perú Libre de la región Junín, pero en
realidad, hay que tener en cuenta que muchos seguidores de estas agrupaciones
no están de acuerdo con el convenio de sus dirigencias y esto restara en cada una,
lo mismo y con más fuerza en Nuevo Perú; pero hasta allí estamos hablando solo
de las bases de simpatizantes de izquierda, ¿es ese nuestro público objetivo,
queremos convencerlos a ellos de votar por nosotros? La respuesta obvia es NO, nuestro
objetivo es convencer a la mayoría de indecisos e incluso a aquellos que
simpatizan por las opciones de la derecha, y para esto proyectar una imagen desesperada
por conseguir una curul, aliándose con vientres de alquiler, mostrando las
debilidades internas de la alianza, dejando una puerta abierta para que puedan
acusarnos de estar aliados con la corrupción, la homofobia, etc. resta muchos,
pero muchos puntos para alcanzar el objetivo.
Lograr una representación en el congreso no nos
garantiza una presencia política en nuestra sociedad, ni tampoco el espacio
para el desarrollo de una propuesta de país; alcanzar una curul, en las
presentes circunstancias, no es más que una fotografía efímera circunscrita al resultado
de una acción de propaganda electoral, promocionamos a unas personas para que
sean la cara representativa de un movimiento y para que trasmitan nuestra voz,
pero para ello tenemos que estar construyendo esa organización a la que van a representar,
no es desde el congreso que se va a construir la organización; actualmente mas
bien, los hechos van demostrando que es la calle la que esta marcando la agenda
política antes que las organizaciones, estas están aun en un apresurado proceso
por adaptarse a los cambios que la sociedad emergente está demandando y
responder a los mismos.
¿La gente reclama la unidad de la izquierda? No creo
que al ciudadano común le importe nada si la izquierda esta unida o no, es más,
tampoco tiene mucho en cuenta si las propuestas son de izquierda, de derecha o de
centro, lo que le importa de verdad a la gente es encontrar alguien que tenga
propuestas claras que le hagan más fácil la vida, que muestren un plan para
realizarlas y que cuenten con un equipo capaz de concretarlo. ¿Estamos trabajando en ello?
Ya la alianza está concretada, no hay paso atrás, hay
que definir de aquí para adelante, Verónica Mendoza, como líder visible de la agrupación,
ha aceptado la decisión de las bases expresadas en su ultimo cónclave, hay
democracia interna, aunque no se hayan evaluado correctamente las
consecuencias; hay que lamentar el alejamiento de figuras de gran valor como
Marisa Glave, Indira Huilca, Tania Pariona, Richard Arce y otros, creemos que
debieron quedarse y hacer conocer sus diferencias, si no pudieron ser mayoría ahora,
trabajar para crear esa mayoría luego; después de todo una organización política
democrática como Nuevo Perú, respeta las minorías y no trabaja bajo la ideología
del pensamiento único.
En los próximos comicios parlamentarios, hay que
apoyar a Verónica Mendoza, que por lo visto, será la única opción de izquierda,
y que, a pesar de todo, es la única que ha salido libre de los tratos con la corrupción;
no dejaremos de criticar a estos espontáneos aliados, ni otros errores que se
cometan en el camino.
Nuevo Perú, mantiene aún el signo de haber sido una de
las pocas agrupaciones que enfrentaron a la mafia aprofujimorista en el
congreso, y su propuesta política dista mucho de los extremismos que le
atribuyen a la izquierda; si logramos mantener una coherencia programática,
tendremos que trabajar en consolidar sus bases y lograr la inscripción propia,
bajo las nuevas reglas, para la contienda electoral de 2021.
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