miércoles, 18 de octubre de 2017

EL APROFUJIMONTESINISMO



No es solo un término, ni una etiqueta de marketing político, es una definición para toda una organización delincuencial, que ha tomado muchos años en consolidarse tal como la vemos ahora, y funciona como una máquina de relojería.
Fue el Apra quien empezó a construirla, hizo un fuerte trabajo de reclutamiento político en las facultades de derecho de las universidades, militantes a los que luego durante su gobierno se aseguró de comprar lealtades a base de puestos en el aparato del estado y beneficios en sus negocios con este, lealtades que le fueron muy útiles cuando finalizo su gobierno y sus dirigentes fueron investigados por sus fechorías.
Luego durante la dictadura de Fujimori, su compinche Montesinos, fue más allá, creo una completa red de corrupción que abarco no solo toda la estructura del Estado, sino que llego hasta las más representativas instituciones de la sociedad.
Fue esta red de corrupción la que le permitió al fujimorismo permanecer en el poder por toda una década, vendieron las empresas públicas, traficaron armas y drogas, desvalijaron la hacienda pública, arrinconaron a la oposición y asesinaron indiscriminadamente, sin afrontar las consecuencias, pues tenían sometido al poder judicial, la policía, las FFAA, la prensa, la iglesia, todo estaba a su favor hasta que forzaron su suerte intentado una tercera rereelección, empezaron a salir los vladivideos y fue el fin de su era en el poder.
Con la caída del fujimorismo, se cortaron las cabezas más evidentes del sistema de corrupción creado por Montesinos, pero la red construida era tan densa y extendida, que no se llegó a eliminar la raíz de este complejo sistema; los subsiguientes gobiernos no tuvieron ni la fuerza ni la suficiente voluntad para acabar con el monstruo, de manera que se adaptaron a él, reemplazaron las cabezas faltantes y aprovecharon las ventajas que les ofrecía.
Ahora el fujimorismo quiere levantar cabeza y pretende hacerse del poder nuevamente, está tomando control poco a poco de los remanentes que sobrevivieron dentro de su red, pero se han dado cuenta, tras un par de intentos, que solos no pueden,  por eso han recurrido a una alianza natural; el Apra les provee ahora  protección contra las denuncias de la oposición en el poder judicial, blindando su lado más débil, mientras que ellos les ofrecen el acceso a posiciones dentro de la estructura del Estado, facultad que los apristas habían perdido después de sucesivos fracasos políticos, y que el fujimorismo está en capacidad de ofrecer gracias a su mayoría parlamentaria y a la extorsión que mantiene sobre la presidencia de la Republica.
De aquí proviene la definición de aprofujimontesinismo, un aparato creado por Montesinos, apropiado por los fujimoristas y ahora reforzado por los apristas, poderosa maquinaria que corre con prisa para apoderarse del aparato el Estado y asegurar impunidad para todas sus fechorías y cometer muchas más en su provecho a despecho de los intereses del país.
¿Qué necesitamos para impedir el éxito de este diabólico constructo?


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