El corona virus ataca el mundo, es una pandemia que
esta costando decenas de miles de muertos hasta el momento, las consecuencias
que arrastra para la población son severas, las medidas de restricción de
movimiento, el recorte de horas de trabajo, la escasez de algunas provisiones
básicas, todo ha hecho cambiar drásticamente el modo de vida de la gente, lo peor,
esto sucede de un momento a otro, la sociedad humana está evolucionando.
El virus se trasmite de persona a persona, y se
propaga muy rápidamente, consecuentemente la mortalidad también se eleva en
directa proporción a la cantidad de infectados, la única manera de combatirlo
es el aislamiento social, una cuarentena obligatoria, cuanto más estricta será más
efectiva, si logramos que el virus no se trasmita, acabará su reproducción y no
habrá más muertes.
Pero esta crisis ha desarrollado una serie de
distintas respuestas en las personas, demostrando la clase de persona que cada
individuo a cultivado en su interior.
Cuando empezó la escasez de provisiones, vimos una
fila de gente en los supermercados tratando de llevarse cantidades de papel higiénico,
desinfectante de manos, toallas de papel, mascarillas, pero también productos a
primera necesidad como el agua y otros alimentos; dejando los estantes
desabastecidos y a las demás personas sin posibilidad de abastecerse; son las
personas que se cierran totalmente en su egoísmo, no les importa el bienestar
común, solo se cuidan de proveer a su circulo interno y para ello son capaces
de pisotear a todos los que se les pongan en el camino.
También están los soberbios, que sienten que son
invulnerables, que se lo merecen todo, no necesitan que nadie les diga que
hacer porque ellos hacen lo que quieren, por lo tanto no tienen que obedecer la
cuarentena, ni el toque de queda, ellos harán lo posible por resguardar su modo
de vida sin sacrificios, salen a correr, a pasear a sus perros, a tomarse una
cerveza, sin considerar el peligro en que ponen, no solo a ellos mismos, sino a
mucha mas gente que pueden llegar a morir por esta enfermedad.
Hay otros, que por ignorancia, víctimas de una
sociedad que invierte muy poco en educación, que informaliza el sector laboral,
dentro de un sistema que se soporta en un pirámide fuertemente estratificada
donde los mas pobres carecen de derechos fundamentales; de aquí salen los personajes
que justifican su negligencia como una rebeldía hacia un sistema que no los
tiene en cuenta, como si el gobierno o cualquier clase de políticos fueran
responsables de la enfermedad, el virus ataca a ricos y pobres, jóvenes y
viejos, mujeres y hombres, sin embargo se escuchan frases como: ”si no trabajo
no como” “ese virus solo ataca a los viejos” “el virus solo sale de noche” “eso
es invención del gobierno” y otras más alucinantes, que se repiten cada día en algunas partes de los
barrios populares; no alcanzan a entender la gravedad de la situación que
estamos atravesando, salir a hacer sus trabajos habituales no solo pone en
riesgo a la persona y su familia sino que esparcen el virus en el ambiente e
infectan a mucha mas personas, logrando que la curva de crecimiento de la
enfermedad no descienda y las medidas de emergencia tengan que prolongarse
mucho más, con un incremento de las víctimas fatales.
En medio de todo esto, están las personas que desde un
principio hicieron una cuarentena voluntaria, responsablemente, para evitar
contagiar a otros, sabiendo que son individuos de riesgo por haber viajado o
haber tenido contacto con personas que viajaron el extranjero en los últimos días.
Están también las personas que observan fielmente la
inamovilidad domiciliaria obligatoria decretada por el gobierno, porque entienden
que es la única manera de frenar la pandemia, aunque esto signifique, en muchos
casos, sacrificar sus ingresos, aun siendo mínimos e indispensables, tratando
de tomarlo con serenidad y salen a sus ventanas a cantar, aplaudir o
simplemente saludarse y darse apoyo mutuo con los vecinos.
Así mismo las personas que solidariamente están compartiendo
los pocos abastecimientos que poseen con sus vecinos menos afortunados.
Vemos también a los vecinos que ofrecen bebida y
alimento a las fuerzas del orden que están custodiando sus barrios, arriesgándose
a contagiarse y dedicando largas horas a enfrentar a la gente que no entiende
que debe acatar las medidas dispuestas.
No podemos dejar atrás tampoco a los mas sacrificados,
que tienen que salir a trabajar largas horas, en los servicios de salud,
seguridad, limpieza y otros servicios básicos, poniéndose voluntariamente en la
línea de riesgo para asegurar esos servicios para todos nosotros.
Tiempos de crisis como la presente saca a relucir los sentimientos
mas profundos de nuestra personalidad, en momentos como este nuestro instinto
de supervivencia se divide en dos ramas, los que son capaces de hacer lo que
sea por sobrevivir como individuo y los que ven el bosque más allá de los árboles,
los que entienden que la supervivencia del ser humano viene siendo posible,
desde los tiempos prehistóricos, gracias a la sociedad, porque actuamos y nos
defendemos como grupo, gracias a la solidaridad, de otra manera nunca hubiéramos
llegado hasta hoy.
Vivimos hoy una pandemia global que esta matando
decenas de miles de personas en el mundo entero, como consecuencia mucha gente
esta perdiendo sus trabajos, los alimentos y otros productos importante
empiezan a escasear, esta creciendo la ansiedad y desesperación en mucha gente
frente a la incertidumbre de cuanto mas va a durar esto.
En medio de este escenario ¿ya has definido que tipo
de persona eres tú?
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