En realidad, el titulo debería
decir “quiere más libertad”, porque su carcelería en el fundo Barbadillo es más
bien lo que llamamos una “cárcel dorada”, recibe visitas a toda hora, realiza
reuniones políticas en sus habitaciones, si pues, tiene más de una habitación, una
huerta privada para sus hobbies, acceso a TV, computadora y teléfono, y las demás
comodidades que le proveen desde el exterior; ¿Cuántos prisioneros en nuestro país
reciben todas estad libertades? También podríamos preguntar ¿Cuánta gente en el
país vive privada de todas estas comodidades?
Es cierto que Fujimori es
casi un octogenario, padeciendo enfermedades que lo han llevado a múltiples
intervenciones quirúrgicas, pero existen muchos presos en nuestras cárceles con
similares características, o aún peores, para los que no se pide misericordia.
¿Cuál es entonces la importancia
de este sujeto para que el Congreso de la Republica pida su excarcelación?
Alberto Fujimori fue el
protagonista del llamado “fujishock” que convirtió, de la noche a la mañana, un
mil intis en un nuevo sol, poniendo en una situación miserable a millones de
peruanos que recibían sus salarios en intis; por supuesto que durante su campaña
electoral prometió no ejecutar tal medida económica por considerarla demasiado drástica
para el presupuesto familiar de los hogares peruanos, cosa que incumplió apenas
llegado al poder, “fue una medida
necesaria” aluden sus defensores, a pesar del engaño con el cual se llegó a
esta; ciertamente se superó la crisis económica que sufría el país en esos
momentos, pero esto no es un especial logro de su gobierno, puesto que una nación
soportando tres mil por ciento de inflación no hubiera soportado más, cualquier
gobierno que hubiera accedido al poder hubiera tenido que tomar drásticas
medidas para recuperar la economía.
También se le considera
que fue quien liberó al país del terrorismo, pero si bien fue durante su
gobierno que el terrorismo fue derrotado, no fue gracias a su dirección, su política
antiterrorista causo la muerte de decenas de miles de civiles inocentes, y fue
solo un pequeño destacamento especializado de la DINCOTE, el GEIN, quienes, sin
el aval del gobierno ni su dirección, lograron la captura de los principales líderes
de las organizaciones subversivas del país, y desarticularon gran parte de sus
estructuras; ahora sabemos gracias a los documentos desclasificados, que
Fujimori actuó en contra de la inteligencia desarrollada por el GEIN, alertando
a los enemigos y obstruyendo sus acciones, puesto que necesitaba del fenómeno terrorista
para justificar su dictadura y su persecución implacable a toda forma de oposición,
para encubrir eficientemente toda la corrupción con que manejaba el Estado.
Algo por lo que siempre
será recordado es por la ruptura democrática, el cierre del Congreso y la capción
de todo el aparato del Estado, convirtiéndose en dictador absoluto de los
destinos de la nación.
Dictadura sangrienta
que sirvió de base para poner en remate las empresas del Estado, manipular bajo
extorsión a la prensa, extraer de la reserva nacional seis mil millones de dólares,
asesinar y hacer desaparecer a cerca de sesenta mil personas mayormente en las
zonas andinas, bajo el pretexto de la lucha antiterrorista, perseguir, encarcelar
y hacer desaparecer a los opositores al régimen, desarticular todas las
organizaciones populares bajo acusaciones de terrorismo, esterilizar forzadamente
a miles de mujeres en las zonas andinas, capturar el poder judicial, el
tribunal constitucional, las fuerzas armadas, la policía nacional, el jurado
nacional de elecciones, traficar drogas en naves oficiales, traficar armas al
extranjero, corromper todo el sistema político del país, hacer aprobar una constitución
a la medida de sus necesidades, hacerse re y reelegir para seguir ostentando el
poder y darse una falsa legitimidad, son algunas de las acusaciones por las
cuales se encuentra confinado en prisión, ha sido de lejos el régimen más
corrupto de la historia del Perú, y ha sido calificado como el séptimo más
corrupto del mundo.
¿Merece, después de
todo, este octogenario dictador, el perdón y olvido, para proceder a liberarlo
de su confinamiento? ¿fue suficiente castigo estos años de prisión? ¿será que paso ya suficiente tiempo de sus
atrocidades para olvidar?
Nunca habrá suficiente castigo
para las familias de todas esas víctimas de torturas, asesinatos,
desapariciones y genocidio; nunca el país podrá recuperarse completamente del
latrocinio que hizo en sus arcas, ni del profundo daño moral causado al cuerpo
del Estado por la corrupción institucionalizada que generó.
Ni tan siquiera, él y
sus correligionarios, han salido públicamente a pedir perdón y mostrar su arrepentimiento
por sus delitos, es más, siguen actuando públicamente e interviniendo en política
como si nada hubiera sucedido.
Cuando la mayoritaria
bancada fujimorista pide hoy su liberación, no está en juego solo la libertad
de un viejo y enfermo dictador, esto lo hubieran podido pelear mucho antes, hoy
lo que está sobre la mesa es un símbolo político, una demostración de fuerza, un
regodeo de su poder.
No podemos perdonar a
quien no ha pedido perdón, ni olvidar algo que no está en el pasado, sino que
sigue vigente, han cambiado algunas de las cabezas más visibles, pero el
aparato de corrupción y chantaje político continua trabajando eficientemente
dentro de la institución del Estado, ahora con el apoyo y beneplácito de los
apristas que están tratando de salvar sus cabezas de las responsabilidades que
les atañe, y quienes también usufructuaron convenientemente la red de corrupción
fundada por el fujimorismo, al igual que lo hicieron todos los gobiernos
sucesivos, como lo comprueban las acusaciones que penden sobre Toledo, Alan y
Humala, e incluso el actual gobierno.
Liberar a Fujimori, en
estas circunstancias, es poner la cereza en lo alto del pastel de la corrupción,
dejando un símbolo vivo de la impunidad, poniendo al Perú ante la comunidad internacional en una situación
de ingobernabilidad, donde la mitad del país se va sentir humillada y dispuesta
a la protesta, a la desobediencia, en respuesta a la prepotencia de poder de
este grupo político, creando inestabilidad y deslegitimando al gobierno de
turno, que ocasionalmente ha ganado unos puntos porcentuales de aceptación a raíz
de su actuación frente a los desastres en el norte del país.
Pensémoslo bien, piénselo
bien Sr. presidente ¿es este el mensaje que queremos dar al país? ¿es esta la
imagen que el Perú dará al mundo?
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