lunes, 1 de mayo de 2017

FUJIMORI QUIERE LIBERTAD


En realidad, el titulo debería decir “quiere más libertad”, porque su carcelería en el fundo Barbadillo es más bien lo que llamamos una “cárcel dorada”, recibe visitas a toda hora, realiza reuniones políticas en sus habitaciones, si pues, tiene más de una habitación, una huerta privada para sus hobbies, acceso a TV, computadora y teléfono, y las demás comodidades que le proveen desde el exterior; ¿Cuántos prisioneros en nuestro país reciben todas estad libertades? También podríamos preguntar ¿Cuánta gente en el país vive privada de todas estas comodidades?
Es cierto que Fujimori es casi un octogenario, padeciendo enfermedades que lo han llevado a múltiples intervenciones quirúrgicas, pero existen muchos presos en nuestras cárceles con similares características, o aún peores, para los que no se pide misericordia.
¿Cuál es entonces la importancia de este sujeto para que el Congreso de la Republica pida su excarcelación?
Alberto Fujimori fue el protagonista del llamado “fujishock” que convirtió, de la noche a la mañana, un mil intis en un nuevo sol, poniendo en una situación miserable a millones de peruanos que recibían sus salarios en intis; por supuesto que durante su campaña electoral prometió no ejecutar tal medida económica por considerarla demasiado drástica para el presupuesto familiar de los hogares peruanos, cosa que incumplió apenas llegado al poder,  “fue una medida necesaria” aluden sus defensores, a pesar del engaño con el cual se llegó a esta; ciertamente se superó la crisis económica que sufría el país en esos momentos, pero esto no es un especial logro de su gobierno, puesto que una nación soportando tres mil por ciento de inflación no hubiera soportado más, cualquier gobierno que hubiera accedido al poder hubiera tenido que tomar drásticas medidas para recuperar la economía.
También se le considera que fue quien liberó al país del terrorismo, pero si bien fue durante su gobierno que el terrorismo fue derrotado, no fue gracias a su dirección, su política antiterrorista causo la muerte de decenas de miles de civiles inocentes, y fue solo un pequeño destacamento especializado de la DINCOTE, el GEIN, quienes, sin el aval del gobierno ni su dirección, lograron la captura de los principales líderes de las organizaciones subversivas del país, y desarticularon gran parte de sus estructuras; ahora sabemos gracias a los documentos desclasificados, que Fujimori actuó en contra de la inteligencia desarrollada por el GEIN, alertando a los enemigos y obstruyendo sus acciones, puesto que necesitaba del fenómeno terrorista para justificar su dictadura y su persecución implacable a toda forma de oposición, para encubrir eficientemente toda la corrupción con que manejaba el Estado.
Algo por lo que siempre será recordado es por la ruptura democrática, el cierre del Congreso y la capción de todo el aparato del Estado, convirtiéndose en dictador absoluto de los destinos de la nación.
Dictadura sangrienta que sirvió de base para poner en remate las empresas del Estado, manipular bajo extorsión a la prensa, extraer de la reserva nacional seis mil millones de dólares, asesinar y hacer desaparecer a cerca de sesenta mil personas mayormente en las zonas andinas, bajo el pretexto de la lucha antiterrorista, perseguir, encarcelar y hacer desaparecer a los opositores al régimen, desarticular todas las organizaciones populares bajo acusaciones de terrorismo, esterilizar forzadamente a miles de mujeres en las zonas andinas, capturar el poder judicial, el tribunal constitucional, las fuerzas armadas, la policía nacional, el jurado nacional de elecciones, traficar drogas en naves oficiales, traficar armas al extranjero, corromper todo el sistema político del país, hacer aprobar una constitución a la medida de sus necesidades, hacerse re y reelegir para seguir ostentando el poder y darse una falsa legitimidad, son algunas de las acusaciones por las cuales se encuentra confinado en prisión, ha sido de lejos el régimen más corrupto de la historia del Perú, y ha sido calificado como el séptimo más corrupto del mundo.
¿Merece, después de todo, este octogenario dictador, el perdón y olvido, para proceder a liberarlo de su confinamiento? ¿fue suficiente castigo estos años de prisión?  ¿será que paso ya suficiente tiempo de sus atrocidades para olvidar?
Nunca habrá suficiente castigo para las familias de todas esas víctimas de torturas, asesinatos, desapariciones y genocidio; nunca el país podrá recuperarse completamente del latrocinio que hizo en sus arcas, ni del profundo daño moral causado al cuerpo del Estado por la corrupción institucionalizada que generó.
Ni tan siquiera, él y sus correligionarios, han salido públicamente a pedir perdón y mostrar su arrepentimiento por sus delitos, es más, siguen actuando públicamente e interviniendo en política como si nada hubiera sucedido.
Cuando la mayoritaria bancada fujimorista pide hoy su liberación, no está en juego solo la libertad de un viejo y enfermo dictador, esto lo hubieran podido pelear mucho antes, hoy lo que está sobre la mesa es un símbolo político, una demostración de fuerza, un regodeo de su poder.
No podemos perdonar a quien no ha pedido perdón, ni olvidar algo que no está en el pasado, sino que sigue vigente, han cambiado algunas de las cabezas más visibles, pero el aparato de corrupción y chantaje político continua trabajando eficientemente dentro de la institución del Estado, ahora con el apoyo y beneplácito de los apristas que están tratando de salvar sus cabezas de las responsabilidades que les atañe, y quienes también usufructuaron convenientemente la red de corrupción fundada por el fujimorismo, al igual que lo hicieron todos los gobiernos sucesivos, como lo comprueban las acusaciones que penden sobre Toledo, Alan y Humala, e incluso el actual gobierno.
Liberar a Fujimori, en estas circunstancias, es poner la cereza en lo alto del pastel de la corrupción, dejando un símbolo vivo de la impunidad, poniendo al  Perú ante la comunidad internacional en una situación de ingobernabilidad, donde la mitad del país se va sentir humillada y dispuesta a la protesta, a la desobediencia, en respuesta a la prepotencia de poder de este grupo político, creando inestabilidad y deslegitimando al gobierno de turno, que ocasionalmente ha ganado unos puntos porcentuales de aceptación a raíz de su actuación frente a los desastres en el norte del país.
Pensémoslo bien, piénselo bien Sr. presidente ¿es este el mensaje que queremos dar al país? ¿es esta la imagen que el Perú dará al mundo?


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