martes, 27 de junio de 2017

APOLOGIA DEL FUJIMORISMO



Teniendo en cuenta el grave daño causado a la nación por el abuso de poder ejecutado por el fujimorismo durante una década, mediante el asesinato masivo de campesinos en la zona andina, el asesinato selectivo de los dirigentes de la oposición y periodistas que denunciaron sus atrocidades, la esterilización forzada de mujeres campesinas, la corrupción flagrante de las principales instituciones del Estado: poder judicial, congreso, FFAA, tribunal constitucional, JNE, prensa escrita y hablada, ministerios y poderes locales; el tráfico de armas y de drogas usando los recursos del Estado, el robo descarado de más de seis mil millones de dólares y otras fechorías actuadas en contubernio con su familia cercana; y ante el intento de sus familiares y adláteres de hacerse nuevamente con el poder y liberarlo de su merecida condena.
El cuerpo sano de la nación peruana decide configurar el delito de apología del fujimorismo en los siguientes términos:
La fiscalía acusará de oficio por el delito de apología del fujimorismo, el cual será castigado con una pena no menor de cinco ni mayor de quince años de prisión efectiva a toda persona que:
-       Porte públicamente fotos de Alberto Fujimori o sus familiares prófugos.
-       Solicite públicamente la liberación del reo.
-       Intervenga oralmente, en medios escritos o social media, vanagloriando su gobierno o hechos que tuvieron que ver con su gobierno.
-        Protagonice o participe en reuniones públicas o privadas donde se exalte la figura del dictador.
-       Glorifique las bondades de una dictadura.
-       Pretendan por algún medio retornar a las condiciones políticas del fujimorato.



martes, 20 de junio de 2017

LA LUJURIA DEL PODER


El clan de los Fujimori esta embebido por la lujuria del poder, ya probaron del dulce néctar del poder absoluto bajo los auspicios del padrino Montesinos, y necesitan más, siempre más.
La hija del reo muerde la rabia por las ansias de llegar y siempre quedar en segundo lugar, lanza su jauría en el congreso a desgarrar todo aquel que se interponga en sus ambiciones; la soberbia desborda sus límites, la arrogancia es su vestimenta habitual.
Ha tenido la precaución de escoger a su jauría entre los menos dotados intelectualmente, necesita sicarios no pensadores, becerriles, chacones y galarretas son preciados ejemplos de su manada; obedecen, no razonan.
Pero la codicia es impaciente y el hijo zoófilo del reo no quiere esperar tranquilamente su turno, toma en cuenta de que la hermana poderosa está condenada a ser segundilla, y no le parece justo, se desmarca del equipo y quiere hacer su propia jugada, después de todo ya mantuvo un perfil bajo para no entorpecer el camino de la hermana, pero fue suficiente, hasta Sashi empieza a preguntarse en cuanto tiempo le llega su turno.
Para los Fujimori, el Perú es fácil, unas bolsas de arroz, unos tápers, un par de computadoras aquí y allá; asunto resuelto, después de todo hay tanta miseria en el país, solo necesitan que haya más terrorismo, crearlo de donde sea, mas inseguridad, así siempre habrá quienes clamen por un gobierno autoritario que llegue a salvar la situación; y para eso ellos siempre estarán listos.
La corrupción es una maquinaria que han aprendido a manejar eficientemente, los millones de dólares correrán nuevamente hacia sus cuentas, ninguna oposición será permitida, volverán a funcionar los hornos y los ejecutores como Colina.
Nosotros los creamos, están hechos para el Perú, a nosotros nos toca destronarlos y echar abajo sus sueños de grandeza, porque la patria no se merece esta calaña de gobernantes.



lunes, 19 de junio de 2017

PPK EN SU SOLEDAD


La crisis política que se está procesando en el país está por explotar en cualquier momento, el fujimorismo continúa presionando cada vez con más fuerza al gobierno, lograron la censura de Saavedra, su ministro de educación, forzaron la renuncia de Vizcarra, su ministro de transportes y vicepresidente,  le plantaron una bomba de tiempo con la ley de homologación de los haberes para los pensionistas de las FFAA y PNP, lo tienen amenazado con la censura de Thorne, su ministro de economía, y Basombrío, su ministro del interior es el siguiente en la lista, sin mencionar a su contralor y claro el bloqueo de todas sus iniciativas en el congreso.
Hay tres escenarios posibles que pueden desarrollarse en estas condiciones, y ninguno de ellos es bienaventurado; en el primer supuesto, PPK se somete a las presiones y libera al reo japonés, luego nombra a incondicionales fujimoristas en puestos claves del gobierno, solo para darle el gusto de poder que se le quedo atracado en el guargüero a la hija del reo; pero para ello enfrentará una decidida rebelión en las calles por la liberación del reo y el movimiento NOAKEIKO se fortalecerá enormemente retando el abuso de poder de la hija del reo; consecuencia: una situación de ingobernabilidad, caos en las calles, desprestigio internacional, caída de las inversiones, desestabilización de la economía.
En el segundo supuesto, los fujimoristas acorralan al gobierno con su bloqueo congresal, logran la vacancia presidencial, censuran al gabinete y el presidente del Congreso asume el control del país llamando a nuevas elecciones; con PPK fuera de juego, el APRA y el PPC hundidos por los casos de corrupción, el FA dividido con un Arana que no representa a nadie, UPP recién tratándose de organizar, sin candidato de fuerza y el MNP sin posibilidades de inscribirse a tiempo, Guzmán con su partido morado (que sería mejor descrito como un club de fans) o Barnechea por AP, se presentan como única alternativa frente a los naranjas, con pobres posibilidades si hay que decirlo; ante la débil oposición, el fujimorismo se proyecta ganador absoluto en el ejecutivo y el legislativo;  el asalto al poder se concreta, liberan al reo japonés y se restaura el imperio; consecuencia: retrocedemos a la salita del SIN, control de la prensa, tráfico de drogas, tráfico de armas, mas corrupción, defraudación del fisco, desaparición forzada de los líderes de la oposición; rebelión en las calles, ingobernabilidad, desprestigio internacional, caída de las inversiones, desestabilización de la economía.
En el tercer supuesto, PPK decide enfrentar a la aplanadora naranja, inicia una operación fiscal para hacer caer cabezas entre los líderes fujimoristas, plantea cuestión de confianza en defensa de sus ministros y cierra el Congreso llamando a nuevas elecciones legislativas; sin contar con una organización cohesionada a nivel nacional, a pesar que su acción le haga ganar puntos en la población, los naranjas le ganan la iniciativa en las calles, con la oposición desunida y desorientada, nuevamente los fujimoristas tendrán la oportunidad de polarizar las contradicciones y hacerse pasar por víctimas; consecuencia: caos y enfrentamiento en las calles, ingobernabilidad, desprestigio internacional, caída de las inversiones, desestabilización de la economía.
¿Un túnel sin salida?
Hagamos ejercicio de la esperanza utópica, si dejáramos que Keiko logre la vacancia presidencial, llamando a nuevas elecciones, y MNP con Verónica corrieran con suerte de alcanzar las firmas necesarias para su inscripción en tiempo récord,  para luego formar un frente de izquierda con UPP y los restos del FA,  los morados y AP hicieran un frente de centro, y ambos estuvieran de acuerdo para  enfilar sus cañones contra el fujimorismo, destapando públicamente lo peor de la corrupción que les compete, quizá entonces viéramos la luz al final del túnel.
Por ahora, siendo más realistas, debemos prepararnos para la severa crisis política que se avecina, la debilidad del régimen demuestra la total incapacidad de los tecnócratas, que solo ven números e ignoran la trascendencia del ser humano, PPK demuestra ser un timorato inhábil para gobernar; tenemos hacia adelante dos etapas que cumplir, primero, a corto plazo estar preparados para las consecuencias del estallido de esta crisis, y segundo, a mediano plazo  construir una organización política que sea capaz de presentar una alternativa viable, desde la izquierda, a la situación del país.


miércoles, 14 de junio de 2017

EL FANTASMA DEL FRENTE AMPLIO


¿Hasta cuándo vamos a seguir dándole alas a la comidilla de la derecha acerca de las posiciones infraternas de la izquierda y la división del Frente Amplio? El chisme y el escándalo inflado por la prensa basura solo sirve para desviar la atención de los problemas más acuciantes del país.
Es una total pérdida de tiempo y desgaste de energías, ponerse a responder a los ataques que provienen del interior de ese Frente y tratar de explicar porque fulano dijo esto y porque mengano hizo lo otro; solo serán más elementos para que la derecha refuerce ante la ciudadanía una imagen irresponsable de la izquierda.
He dicho y repetido que el FA no puede dividirse, porque nunca estuvo unido, hay que ser conscientes de que el FA fue un acuerdo electoral, nunca tuvieron siquiera la esperanza de gobernar, su meta fue ganar algunas curules en el Congreso y conseguir una expectante fuerza electoral para la izquierda; y ahora podemos decir que tuvieron éxito (aún más de lo esperado) en cumplir sus metas.
Después del proceso electoral, y en vista del éxito obtenido, se hizo un esfuerzo por consolidar este organismo, para poder aprovechar al máximo el caudal obtenido, pero las evidentes diferencias, no solo programáticas sino de estilo en la construcción organizativa, hicieron estallar el acuerdo electoral; el FA ya cumplió el objetivo para el que fue creado, no se le pida más.
La unidad de la izquierda no depende de la voluntad de unos cuantos dirigentes, dueños de sus propios predios, no se trata de juntar a perro, gato y pericote, tampoco se trata de ganar unas elecciones para conseguir algunos puestos de gobierno.
Las posiciones relevantes en la izquierda buscan construir una organización que tenga bases sólidas, donde la cadena para la toma de decisiones se direcciona de abajo hacia arriba, respetando el modelo democrático que pregona y que enseña con el ejemplo; con una firme voluntad de convertirse en gobierno, dejando atrás este mito de ser una eterna oposición.
Si te piensas ser gobierno, debes plantear soluciones realistas a los problemas del país, planes viables en cada sector de acuerdo a la realidad económica y sociopolítica de la nación; el populismo es una moneda corriente para soliviantar a la masa cuando eres oposición, pero, como dice el dicho: una cosa es ver los toros desde la gradería y otra estar en el ruedo.
El liderazgo alcanzado por Verónica Mendoza es innegable, el trabajo que se encuentra realizando para construir el Movimiento Nuevo Perú es encomiable, se está ganando el corazón de la gente humilde de nuestro pueblo, es evidente la repercusión de su labor ya que los fujitrolles no dejan de lanzar toda su batería contra ella, es importante su presencia política puesto que tirios y troyanos hablan de ella, mal o bien, pero hablan, y eso es una buena señal.
El MNP puede ser el germen necesario para una real unidad de la izquierda, las alianzas y coaliciones que haga en el futuro dependerán del trabajo realizado, hay muchos compañeros sinceros y fieles que van a encontrar su camino desde el trabajo de bases, siempre construyendo para el futuro, no para las próximas elecciones; hay que trazar el camino y cambiar el esquema que se ha utilizado hasta ahora, las elecciones son solo uno de los medios, no es un fin en sí mismo, nuestro norte político es gobernar, no solo ganar unas elecciones, administrar el poder político y no solo ser instrumentos del poder; dejemos atrás el fantasma del FA y avancemos en la construcción de nuestro instrumento político.


miércoles, 7 de junio de 2017

TECNOLOGIA Y DESEMPLEO


El sistema capitalista de desarrollo exige a la industria de bienes y servicios que sea extremadamente competitiva, para sobrevivir tiene que estar en constante renovación para posicionarse en un mercado cada vez más complejo; la tecnología es la llave del éxito en esta interminable carrera por mantenerse activo en el mercado, quien se apropia de la tecnología de punta, no solo sobrevive, sino que saca el mayor provecho de su negocio.
Sin embargo desde la aparición de las primeras máquinas propulsadas por la fuerza del vapor en el siglo XVII (la revolución industrial), la aparición de nuevas tecnologías han ido desplazando la mano de obra en una proporción algebraica, es decir, a mayor tecnología, mayor desempleo; esta ecuación no ha variado en los siguientes siglos, más bien se ha reforzado ampliamente, creando un fenómeno global que crece como una bola de nieve rodando por la pendiente, originando una serie de crisis en el sistema económico,  la cual se viene enfrentando con parches temporales que solo dilatan el estallido final.
La paradoja histórica es que, los nuevos inventos y la tecnología están supuestos a ayudar al hombre moderno, a liberarlo de la pesada carga del trabajo físico, hacer su vida más liviana, sin embargo, dentro de este sistema inequitativo, al liberarlo del trabajo lo separa también de fuente de ingresos económicos, que es su único medio de subsistencia, y lo condena a un régimen semifeudal, donde debido a la gran oferta de mano de obra, tiene que aceptar injustas condiciones  y mal baratear su fuerza de trabajo hasta límites nunca vistos antes en su intento de sobrevivir; esto mientras los dueños del capital financiero multiplican sus ganancias inmoralmente, bajo la legalidad de un Estado controlado por sus intereses.
¿Es esta ecuación inmutable y estamos condenados a sufrir sus consecuencias indefinidamente?
Definitivamente NO, esta situación ha sido creada artificialmente por el sistema capitalista que los dueños del poder se empeñan en defender, no es el orden natural de las cosas, como quieren hacernos creer.
En primer lugar, la inventiva del hombre ha sido aguzada siempre por la necesidad, es decir la técnica está  al servicio de hacer más fácil la vida; en segundo lugar, el provecho de la técnica debe ser compartido, porque cada nueva tecnología se levanta sobre los hombros de quienes les antecedieron, no existen los Robinsones, vivimos en una sociedad compleja cuyas interacciones la impulsan hacia el desarrollo, nadie existe como individuo aislado de su entorno; ese es el orden natural de las cosas.
Es cierto que el lucro se ha convertido en el motor de la innovación, estamos todavía a un par de siglos de cambiar eso y lograr aquel hombre nuevo que soñó el Che, cuya motivación sea el honor y su premio el reconocimiento moral; pero lo que si podemos cambiar antes de acabar el presente siglo es el sistema de distribución de la riqueza, de manera que el emprendedor, el dueño de la tecnología reciba no solo el reconocimiento moral por su dedicación, sino además la merecida retribución económica que le corresponde, como incentivo a que los demás traten de alcanzar sus mejores logros, pero que además, mediante un justo sistema tributario, la riqueza obtenida pueda ser equitativamente aprovechada por el resto de la sociedad.
Liberar al hombre del trabajo manual no debe significar sustraerle la fuente de sustento, la tecnología está constantemente elevando la productividad significativamente, por tanto, se eleva el PBI, lo que genera la riqueza de un país, sin embargo, el sistema redistributivo vigente genera un cuello de botella donde solo una pequeña minoría puede alcanzar los beneficios de este incremento.
La incongruencia del sistema es que, desalojando la mano de obra para crear mayor ganancia, está también reduciendo el mercado potencial para su producción, a mayor desempleo la gente tiene menor capacidad de compra y la economía cae en recesión, lo cual este sistema enfrenta temporalmente inyectando inversiones desde la caja fiscal, es decir del dinero de todos nosotros, somos los contribuyentes quienes salvamos, con nuestros aportes, a la gran empresa para que esta nos continúe explotando como trabajadores; pero esta medida es solo un parche, puesto que el circulo de las crisis del capitalismo no es realmente un circulo, sino una espiral, las crisis se hacen cada vez más frecuentes y los fondos de rescate se vuelven cada vez más ineficientes.
En determinado punto esto tiene que parar, el cambio constitucional que se propone, no solo tiene que enfocarse en la ampliación de la democracia, sino que debe tomar acción sobre el sistema redistributivo que se establece mediante la tasa impositiva tributaria; para que sea equitativa debe gravar progresivamente con  mayor peso a los que obtienen más altos ingresos que a aquellos que están por debajo; poner énfasis en la recaudación para evitar la evasión, en especial de los grandes conglomerados empresariales.
Finalmente, redistribución no significa premiar la incapacidad o la ociosidad, todos debemos tener la obligación de aportar, desde el que vende caramelos en la puerta de su casa, hasta el que tiene un negocio exitoso, y la retribución tendrá que ser de acuerdo a su contribución, lo que tenemos que parar es la subvención que estamos dando al gran capital para su supervivencia sin que recibamos una justa retribución.


jueves, 1 de junio de 2017

IZQUIERDA UNIDA O UNIDAD EN LA IZQUIERDA?


La unidad de la izquierda en el Perú ha sido, desde hace tres décadas, un sueño irrealizable, muchos han sido los intentos desde entonces, unos mas serios que otros, unos más honestos que otros, pero todos fracasaron empantanados en las disensiones y personalismos que han caracterizado el sector.
La razón principal ha sido siempre la visión cortoplacista de sus dirigentes, hacen sus pequeñas campañas en sus respectivas áreas de influencia y cuando faltan un par de semanas para el cierre de las inscripciones hacia la carrera electoral, se desesperan por buscar alianzas y formar frentes comunes.
En todos los casos se ha tratado siempre de alianzas electorales, con la mirada fija en obtener algunos puestos en el Congreso o un sillón municipal, o un gobierno regional, jamás han pensado en gobernar el país, lo cual requiere de una extensa planificación y un trabajo político de varios años direccionado sobre esta meta.
Las alianzas que se han logrado han estado frecuentemente contaminadas en primer lugar por las exigencias electorales, y en segundo lugar por las mentes estrechas de algunos dirigentes que hacen cuestión de estado por defender sus privilegios de secta, como dice el dicho: prefieren ser cabeza de ratón que cola de león.
Las discusiones acerca de la unidad se inician con el reclamo cuantas posiciones dentro de la dirección le va a tocar a cada cual, cuales cargos van a ocupar y por supuesto quienes van a ser los candidatos para las elecciones; los puntos de principios, programas de acción y visiones del mundo, resultan secundarios.
La unidad de la izquierda, planteada desde este punto, resulta convirtiéndose en un mito, una unidad pegada con mocos y babas no resiste la menor presentación; alguien me menciono, después de las pasadas elecciones, que a pesar de los buenos resultados obtenidos por el Frente Amplio y el favorable campo que este abrió para la izquierda dentro de la ciudadanía, habíamos tenido mucha  suerte de que Verónica Mendoza no hubiera salido elegida, puesto que un eventual gobierno del FA hubiera caído en desgracia desde sus primeras acciones, donde se hubiera destapado la olla de grillos en su interior, desencadenando una carrera de ambiciones de poder, hundiendo para siempre las esperanzas de una buena parte de nuestro pueblo.
Hay que empezar por plantearse una unidad que trascienda las metas electorales, construyendo una estructura pensada no para los siguientes meses, debemos ampliar nuestra visión hacia lo que queremos para los siguientes veinte años, crear un programa de gobierno realista, no pensando en ser oposición toda la vida, porque gobernar requiere tomar las responsabilidades de como nuestras acciones van a afectar a todo el Perú, entendiendo que no se gobierna para los militantes de tu partido, ni para los que votaron por ti,  sino para todos los habitantes del país.
El proceso de unidad necesita una opción altruista, la humildad y sinceridad de los concertantes, no entrar con el pie en alto a pelear por cuotas de poder, cargos o candidatos, más bien dispuestos a ceder posiciones, pero decididamente firmes en cuanto los principios tanto éticos como políticos.
Desmitificar la unidad de la izquierda en el Perú, pasa por fortalecer nuestras propias organizaciones, si no logramos en primer lugar construir una organización cohesionada y con metas claras, poco vamos a poder aportar a un proceso de unidad con otras organizaciones en las mismas condiciones; por esto podemos decir que el éxito de la unidad no se mide en cuantas pequeñas o grandes organizaciones se suman al proceso, sino de la calidad de las mismas.
Otro punto no menos importante es el grado de nuestra democracia interna, como militantes de izquierda defendemos la democracia como método para llegar a transformar la sociedad hacia la justicia y la equidad; pero, por sentido común, se enseña con el ejemplo, no con la palabra; si no somos capaces de enriquecer nuestras organizaciones con una amplia democracia, no habrá forma que nadie nos crea los ideales que deseamos inculcar para el resto de la nación.
¿En este punto es deseable la unidad de la izquierda?... ¡claro que sí!... es más… es necesaria, cada vez con más fuerza; pero vamos a enfrentar el reto con responsabilidad, no se trata de juntar perro, gato y pericote; no se trata de una junta de notables encerrados bajo cuatro paredes jugando sus intereses sobre la mesa; se trata de dar forma a una organización que represente los anhelos de justicia de la patria entera,  ¡vamos a dar la lucha!