La crisis política que se
está procesando en el país está por explotar en cualquier momento, el
fujimorismo continúa presionando cada vez con más fuerza al gobierno, lograron
la censura de Saavedra, su ministro de educación, forzaron la renuncia de
Vizcarra, su ministro de transportes y vicepresidente, le plantaron una bomba de tiempo con la ley de
homologación de los haberes para los pensionistas de las FFAA y PNP, lo tienen
amenazado con la censura de Thorne, su ministro de economía, y Basombrío, su
ministro del interior es el siguiente en la lista, sin mencionar a su contralor
y claro el bloqueo de todas sus iniciativas en el congreso.
Hay tres escenarios
posibles que pueden desarrollarse en estas condiciones, y ninguno de ellos es
bienaventurado; en el primer supuesto, PPK se somete a las presiones y libera
al reo japonés, luego nombra a incondicionales fujimoristas en puestos claves
del gobierno, solo para darle el gusto de poder que se le quedo atracado en el
guargüero a la hija del reo; pero para ello enfrentará una decidida rebelión en
las calles por la liberación del reo y el movimiento NOAKEIKO se fortalecerá enormemente
retando el abuso de poder de la hija del reo; consecuencia: una situación de ingobernabilidad, caos en las calles, desprestigio
internacional, caída de las inversiones, desestabilización de la economía.
En el segundo supuesto,
los fujimoristas acorralan al gobierno con su bloqueo congresal, logran la
vacancia presidencial, censuran al gabinete y el presidente del Congreso asume
el control del país llamando a nuevas elecciones; con PPK fuera de juego, el
APRA y el PPC hundidos por los casos de corrupción, el FA dividido con un Arana
que no representa a nadie, UPP recién tratándose de organizar, sin candidato de
fuerza y el MNP sin posibilidades de inscribirse a tiempo, Guzmán con su
partido morado (que sería mejor descrito como un club de fans) o Barnechea por
AP, se presentan como única alternativa frente a los naranjas, con pobres
posibilidades si hay que decirlo; ante la débil oposición, el fujimorismo se
proyecta ganador absoluto en el ejecutivo y el legislativo; el asalto al poder se concreta, liberan al reo
japonés y se restaura el imperio; consecuencia: retrocedemos a la salita del
SIN, control de la prensa, tráfico de drogas, tráfico de armas, mas corrupción,
defraudación del fisco, desaparición forzada de los líderes de la oposición; rebelión
en las calles, ingobernabilidad, desprestigio
internacional, caída de las inversiones, desestabilización de la economía.
En el tercer supuesto,
PPK decide enfrentar a la aplanadora naranja, inicia una operación fiscal para
hacer caer cabezas entre los líderes fujimoristas, plantea cuestión de
confianza en defensa de sus ministros y cierra el Congreso llamando a nuevas
elecciones legislativas; sin contar con una organización cohesionada a nivel
nacional, a pesar que su acción le haga ganar puntos en la población, los
naranjas le ganan la iniciativa en las calles, con la oposición desunida y desorientada,
nuevamente los fujimoristas tendrán la oportunidad de polarizar las
contradicciones y hacerse pasar por víctimas; consecuencia: caos y
enfrentamiento en las calles, ingobernabilidad, desprestigio internacional, caída
de las inversiones, desestabilización de la economía.
¿Un túnel sin salida?
Hagamos ejercicio de la
esperanza utópica, si dejáramos que Keiko logre la vacancia presidencial,
llamando a nuevas elecciones, y MNP con Verónica corrieran con suerte de
alcanzar las firmas necesarias para su inscripción en tiempo récord, para luego formar un frente de izquierda con
UPP y los restos del FA, los morados y
AP hicieran un frente de centro, y ambos estuvieran de acuerdo para enfilar sus cañones contra el fujimorismo, destapando
públicamente lo peor de la corrupción que les compete, quizá entonces viéramos la
luz al final del túnel.
Por ahora, siendo más
realistas, debemos prepararnos para la severa crisis política que se avecina,
la debilidad del régimen demuestra la total incapacidad de los tecnócratas, que
solo ven números e ignoran la trascendencia del ser humano, PPK demuestra ser
un timorato inhábil para gobernar; tenemos hacia adelante dos etapas que
cumplir, primero, a corto plazo estar preparados para las consecuencias del estallido
de esta crisis, y segundo, a mediano plazo construir una organización política que sea
capaz de presentar una alternativa viable, desde la izquierda, a la situación del
país.
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