¿Hasta cuándo vamos a
seguir dándole alas a la comidilla de la derecha acerca de las posiciones infraternas
de la izquierda y la división del Frente Amplio? El chisme y el escándalo
inflado por la prensa basura solo sirve para desviar la atención de los
problemas más acuciantes del país.
Es una total pérdida de
tiempo y desgaste de energías, ponerse a responder a los ataques que provienen
del interior de ese Frente y tratar de explicar porque fulano dijo esto y
porque mengano hizo lo otro; solo serán más elementos para que la derecha refuerce
ante la ciudadanía una imagen irresponsable de la izquierda.
He dicho y repetido que
el FA no puede dividirse, porque nunca estuvo unido, hay que ser conscientes de
que el FA fue un acuerdo electoral, nunca tuvieron siquiera la esperanza de
gobernar, su meta fue ganar algunas curules en el Congreso y conseguir una expectante
fuerza electoral para la izquierda; y ahora podemos decir que tuvieron éxito (aún
más de lo esperado) en cumplir sus metas.
Después del proceso
electoral, y en vista del éxito obtenido, se hizo un esfuerzo por consolidar
este organismo, para poder aprovechar al máximo el caudal obtenido, pero las
evidentes diferencias, no solo programáticas sino de estilo en la construcción
organizativa, hicieron estallar el acuerdo electoral; el FA ya cumplió el
objetivo para el que fue creado, no se le pida más.
La unidad de la
izquierda no depende de la voluntad de unos cuantos dirigentes, dueños de sus propios
predios, no se trata de juntar a perro, gato y pericote, tampoco se trata de
ganar unas elecciones para conseguir algunos puestos de gobierno.
Las posiciones
relevantes en la izquierda buscan construir una organización que tenga bases sólidas,
donde la cadena para la toma de decisiones se direcciona de abajo hacia arriba,
respetando el modelo democrático que pregona y que enseña con el ejemplo; con
una firme voluntad de convertirse en gobierno, dejando atrás este mito de ser
una eterna oposición.
Si te piensas ser
gobierno, debes plantear soluciones realistas a los problemas del país, planes
viables en cada sector de acuerdo a la realidad económica y sociopolítica de la
nación; el populismo es una moneda corriente para soliviantar a la masa cuando
eres oposición, pero, como dice el dicho: una cosa es ver los toros desde la gradería
y otra estar en el ruedo.
El liderazgo alcanzado
por Verónica Mendoza es innegable, el trabajo que se encuentra realizando para
construir el Movimiento Nuevo Perú es encomiable, se está ganando el corazón de
la gente humilde de nuestro pueblo, es evidente la repercusión de su labor ya
que los fujitrolles no dejan de lanzar toda su batería contra ella, es
importante su presencia política puesto que tirios y troyanos hablan de ella,
mal o bien, pero hablan, y eso es una buena señal.
El MNP puede ser el
germen necesario para una real unidad de la izquierda, las alianzas y coaliciones
que haga en el futuro dependerán del trabajo realizado, hay muchos compañeros
sinceros y fieles que van a encontrar su camino desde el trabajo de bases,
siempre construyendo para el futuro, no para las próximas elecciones; hay que
trazar el camino y cambiar el esquema que se ha utilizado hasta ahora, las
elecciones son solo uno de los medios, no es un fin en sí mismo, nuestro norte político
es gobernar, no solo ganar unas elecciones, administrar el poder político y no
solo ser instrumentos del poder; dejemos atrás el fantasma del FA y avancemos
en la construcción de nuestro instrumento político.
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