Este jueves se espera
la votación en el congreso de la moción de vacancia presidencial; todo parece
indicar que la suerte de PPK esta echada de antemano, el fujimorismo quiere
hacer, en primer lugar, una emblemática demostración de fuerza, y en segundo
lugar preparar el terreno para evitar que su lideresa sea llevada a prisión.
Especial atención debemos
poner en este segundo punto, después de los intentos de destituir al Fiscal de
la Nación, encargado de la acusación contra Keiko, y las sanciones a los
magistrados del Tribunal Constitucional, que verían las acciones de amparo de
la mencionada.
No creo que haya mucha
gente que defienda la gestión de PPK, desde el primer momento ha demostrado ser
políticamente incapaz, un timorato para manejar las riendas de un país, ha
cometido error tras error en los últimos días, no posee ni siquiera el carisma
suficiente para defenderse.
Resulta obvio que no
merece, por que no tiene las cualidades o habilidades necesarias, ostentar el
cargo de presidente del Perú; pero que ello se convierta en causal de vacancia
es una figura creada por el fujimorismo para hacer surgir la crisis política.
La acusación de corrupción
por un hecho acaecido una década atrás, donde las pruebas presentadas dejan
muchas dudas, nos da la posibilidad de creer que sabía de donde procedían los
fondos, o creerle a él, y que debido a la forma como se maneja la empresa nunca
supo de los negocios que su gerente contrataba; aun así, ¿es factible convertir
esto en una causal de vacancia por incapacidad moral? ¿Por qué no pasar esto a
manos del Poder Judicial? ¡Que se investigue, consiga pruebas y que condene a
quien haya que condenar!
Abrir la posibilidad
que la mayoría congresal pueda decidir, sin ningún tipo de contrastación, quien
es moral y quien no, es poner en sus manos un arma mortal para la democracia.
Después de todo, ¿Cuántos
congresistas, atrapados in fraganti, en fraudes, mentiras y abusos, merecerían la
destitución por incapacidad moral?
La crisis está en un
punto culminante porque en el caso que no logren los votos necesarios para la
vacancia, el Perú continuaría siendo gobernado por un personaje timorato e
incapaz, mas bien debilitado por la crisis, sin posibilidades de iniciativa.
Si es vacado como
parece ser el escenario preparado, Mercedes Araoz ya declaro que renunciara
solidariamente, Vizcarra aun no tiene decidido, al menos no ha hecho declaración
alguna, pero si el asume la presidencia, avalando el golpe de Estado
fujimorista, quedara como rehén de esa mayoría parlamentaria, que lo puso en el
sillón presidencial.
La salida reclamada por
el 80% de los peruanos es que se disuelva el congreso, con PPK o con Vizcarra, tendrían
que presentar ante el congreso, junto con un renovado gabinete decididamente anti
fujimorista, una solicitud de facultades legislativas muy amplias, poniendo el
pedido como cuestión de confianza, y usar estas en primer lugar para cerrar todas
las asignaciones económicas, que sean posibles, al congreso, y luego nombrar un
tribunal ad-hoc encargado de la investigación del caso Odebrecht, solicitando
toda la información pertinente a los colaboradores eficaces sobre Alan, Keiko,
Toledo, Humala y todos quienes resulten responsables, buscando acelerar las
investigaciones y la prisión de los involucrados. ¿Sera difícil para ellos actuar
con firmeza luego de haber probado la sed de sangre de los naranjas?
En otro escenario, si
junto con la vacancia de PPK, renuncian los dos vicepresidentes, y asume la
presidencia temporal Galarreta o quien el nombre, habrá que gestar una intensa movilización
ciudadana, porque a ellos les tocara llamar a elecciones generales, es decir el
28 de Julio del 2018 se van todos, también los congresistas, y se decidirá quien
nos gobernara los siguientes tres años; pero estar atentos porque el
fujimorismo ya tiene experiencia copando las instituciones electorales como lo
hicieron en los 90’s con el JNE, la RENIEC, la ONPE para amañar las elecciones.
En resumen, si se dan
cuenta, aquí lo que esta en juego ya no es si PPK es culpable o inocente, esa decisión
quedo completamente irrelevante; lo que esta en juego estos días es si le vamos
a permitir al fujimorismo tomar el poder en el país, un poder que
reiteradamente le ha sido negado en elecciones libres.
PPK ya demostró ser
incapaz para el puesto, podemos darle la oportunidad a Vizcarra de hacer el
trabajo que PPK no pudo realizar, enfrentar con firmeza al fujimorismo, pero si
resulta siendo tan mentecato como su predecesor corremos el gran riesgo de
seguir siendo victimas del abuso de poder de una mayoría parlamentaria que
tiene un alma dictatorial.
Esta representa una
gran responsabilidad para el Frente Amplio, Nuevo Perú, Alianza para el
Progreso y Acción Popular; son únicamente ellos quienes decidirán el futuro de
la institucionalidad del Estado peruano; Fuerza Popular y el APRA ya decidieron
su voto a favor y en Peruanos por el Cambio se espera que voten en contra.
¿Cuál crees que será el
camino a seguir?
¿Cuál será el camino
correcto?
¿Cuánto más tenemos que
perder?